El gobierno colombiano pretende hacer del mandatario uruguayo José Mujica el nuevo gran mediador en el proceso de paz que se lleva a cabo en La Habana con la guerrilla de las Farc. Ya sin la presencia de Hugo Chávez, que le hablaba al oído a la insurgencia, la figura del líder charrúa sería la nueva piedra angular del respaldo internacional a los diálogos.
‘Pepe’ Mujica conoce como pocos el proceso de paz en Colombia. Fuentes del gobierno han expresado que una de las primeras llamadas que hizo el presidente santos una vez decidió iniciar una fase exploratoria de acercamientos con la guerrilla de las Farc fue al presidente uruguayo, exlíder del movimiento guerrillero Tupamaros.
Mujica ha aceptado el llamado. En varias ocasiones se ha referido a la necesidad de que este proceso sea “una prioridad de la región” y en su visita al papa Francisco le pidió que intercediera en la coyuntura de Colombia para que el gobierno y la guerrilla puedan construir un acuerdo que ponga fin a los años de guerra.
“Ahora estamos en una encrucijada: lo más importante que está pasando en América Latina es la tentativa de construir paz en Colombia. Es una de las cosas más importantes en las últimas décadas que han pasado y en todo lo que se pueda hay que tratar de ayudar”, estimó “Pepe” Mujica en una larga entrevista en el diario español El País el domingo 2 de junio de este año.
Mujica tiene experiencia en el tránsito de un país de la guerra a la paz, del odio a la reconciliación. “Todos llevamos una mochila llena de dolor. Pero en algún momento hay que dejarla atrás y mirar hacia adelante”, dijo este miércoles el carismático mandatario en una entrevista hecha por la emisora Blu radio.
Por este tipo de intervenciones, el gobierno de Santos le ha hecho una invitación a que conozca “de primera mano” los avances en el proceso. A través de su canciller, María Ángela Holguín, el Estado señaló que afirmó que “está muy agradecido” por el apoyo que está recibiendo “de muchos países” al proceso de búsqueda de la paz, pero “especialmente” del interés de Mujica en el tema.
Ante la ausencia de un líder natural de izquierda en el proceso, papel que ostentó durante más de un año el expresidente de Venezuela Hugo Chávez, Santos buscaría en Mujica un nuevo aliado para la paz y a la vez una voz autorizada para mediar en una eventual crisis entre el gobierno y la guerrilla.
A pesar de que Holguín descartó que la invitación a Mujica tuviera que ver con una participación “más activa” del presidente uruguayo en el proceso de paz, la intención de Colombia sí es acercar al exguerrillero a este nuevo intento de paz para que oriente la manera en la que el país puede encaminarse al posconflicto.