Javier Omar Ruíz, del Colectivo Hombres y Masculinidades
Confidencial Colombia: ¿Es pertinente el feminismo en el siglo XXI?
Javier Omar Ruíz: Es pertinente. Por ejemplo, si bien ya se tiene el derecho al voto, no siempre el derecho a la participación política (en elecciones, puede haber una mujer y el resto son diez hombres), incluso tiene que haber una ley para que diga: ‘pilas porque tiene que haber 50 y 50’ ¿por qué tiene que ser mediante de ley que la mujer sea tenida en cuenta?
Además todavía hace falta que las mujeres sigan conquistando derechos.
C.C: ¿Existe el ‘feminazismo’? ¿Es una corriente que quiere despojar de su dignidad como personas y de parte de sus derechos civiles a los varones?
J.O.R: Es un mecanismo de defensa de parte del sistema patriarcal para deslegitimar la lucha de las mujeres. Entonces por eso se habla de que el feminismo es una cosa de locas, o el feminismo es igual al machismo o que el feminismo ya caducó… pero el feminismo sigue vigente.
C.C: Entre mujeres se acusan de ‘feminazis’…
J.O.R: Sí porque igualmente son mujeres que hacen parte del sistema patriarcal porque es en el vivimos, en el fuimos criadas, de él nos nutrimos en las noticias, en las películas… claro que muchas mujeres piensan que ya el feminismo no les da repuesta.
C.C: Se dice que el feminismo sólo aboga por quienes ‘tienen vagina’ ¿qué cabida tienen los otros individuos en este movimiento?
J.O.R: El feminismo es una propuesta política de liberación y de lucha por los derechos de las mujeres, en este sentido los hombres también podemos ser feministas en cuanto nos vinculamos a la lucha de las mujeres.
C.C: A las feministas se les acusa de hipócritas, de inscribirse en el movimiento sólo cuando les conviene ¿es cierto?
J.O.R: No podemos generalizar. Pueden haber mujeres que no son muy claras con sus ideas, por su puesto, pero no por eso podemos deslegitimar el movimiento en general. En general el movimiento sí le apuesta a una transformación de la sociedad.
C.C: Cuando se hacen los debates feministas, algunos se defiende argumentando que “no todos los hombres son violentos”. ¿Esta posición nutre el debate o por el contrario busca desviar la atención?
J.O.R: Sí es válido visibilizar tanto las violencias que los hombres ejercemos como visibilizar la lucha de muchos hombres que estamos ‘bregando’ a cambiar este tipo de realidades… Lo bacano es que eso nutre un debate que nos sirve a todas y todas para ir clarificando el debate. ¡Bienvenido sea que haya posiciones divergentes!
C.C: ¿El patriarcado se está armando de herramientas menos visibles para oprimir a las mujeres?
J.O.R: Sí. Como todo en la cultura, los diferentes mecanismos sirven también para mimetizarse, para esconderse. Por ejemplo, hace 20 años no existía el matoneo electrónico y ante esa realidad el patriarcado se sirve para ejercer su poder y lo hace muy sutilmente. El sistema patriarcal también se disfraza, también se esconde y también busca otras maneras para hacerse visible sin que haya mucha reacción.
C.C: ¿Cómo replantear los paradigmas hegemónicos y abrir caminos a nuevas y más humanas maneras de ser hombre?
J.O.R: Tenemos que generar desde el Estado, desde las entidades no gubernamentales… procesos en que los hombres empiecen a replantear su masculinidad o la masculinidad hegemónica. De otra manera proponemos que a través, del sistema educativo, los medios de comunicación, etcétera, se haga promoción a las nuevas masculinidades como unas masculinidades que son alternativas a las hegemónicas.
C.C: ¿Cuál es ese modelo hegemónico?
J.O.R: Modelos que son dominantes en nuestra sociedad. Hace parte de ese modelo que los hombres somos guaches, que no lloramos, que somos insensibles (…) La crianza, los medios de comunicación, etcétera, son los encargados de reproducir el sistema machista.
C.C: ¿Quiénes son los beneficiarios de estas nuevas masculinidades?
J.O.R: Si se proponen a apoyar este tipo de procesos, las primeras beneficiarias serían las mujeres porque cada vez habría menos hombres violentos. ¿Cómo hacerlo? Primero, reaccionando frente a una agresión en la calle o en trabajo, luchando por un trabajo justo, por un salario justo, luchando por los permisos en época de lactancia…