El vocero de Santos

Gabriel Silva entiende como pocos el pensamiento del presidente Santos. Fue su embajador en Estados Unidos, muchos dicen que es el hombre detrás del proceso de paz con las Farc y maneja los hilos de la eventual reelección del mandatario. Ahora, encabeza el ejército de opinadores contra el expresidente Uribe.

“¿La victoria por encima de la verdad?”, se preguntó Gabriel Silva en una columna de opinión publicada el 12 de noviembre en el periódico El Tiempo. El texto abrió el debate sobre el nuevo papel del expresidente Uribe, quien según el columnista es “un político dispuesto a acomodar la verdad para recuperar el poder”.

Las respuestas no tardaron. El exmandatario lo trató de burócrata y cuestionó el hecho de que él y otros escuderos de la actual administración hubieran trabajado en su gobierno. “Por qué Presidente Santos, Gabriel Silva, Frank Pearl, Sergio Jaramillo, pidieron y aceptaron cargos en nuestro gobierno si no estaban de acuerdo?”, trinó Uribe.

Sin embargo, y a través de la misma red social por la que se encendió el debate”, un click del otro lado dejó un mensaje claro. El 12 de noviembre a las 8 y 55 de la mañana, el presidente Santos escribió el nombre de la columna de Silva, pegó el enlace a la web de la publicación y trinó.


El “mejor amigo”

La relación de Gabriel Silva y Juan Manuel Santos no comenzó hace poco. En 1993, cuando Silva Luján era consejero presidencial de cesar Gaviria y Juan Manuel Santos era ministro de Comercio Exterior, los dos políticos se conocieron y entablaron la amistad que hoy los une.

Bajo el respaldo de Gaviria, Santos impulsó diferentes nombramientos de Silva en instituciones del Estado, y en 1997 su nombre, así como el de Germán Cardona, Catalina Crane y Juan José Echavarría sonaron para acompañar a Santos en una eventual campaña presidencial, iniciativa que no se materializó.

Ya en el gobierno de Andrés Pastrana, Gabriel Silva logró obtener la Gerencias General de la Federación de Cafeteros debido a que hizo parte de la comisión que ayudó a pensar posibles soluciones a la crisis del sector y gracias también a que Juan Manuel Santos oficiaba como ministro de Hacienda.

Silva ocupó el cargo de 2002 a 2009 y, por petición del propio Santos, Álvaro Uribe lo anunció como ministro de Defensa. El ahora presidente se retiró de la cartera para emprender la campaña presidencial mientras que su “mejor amigo” defendió los últimos meses de éxito de la política de seguridad democrática.

Cuando Santos asumió el poder, envió a Silva a Washington para que asumiera la embajada de Colombia en Estados Unidos con la confianza de que él ambientaría de la mejor manera la definición del Tratado de Libre Comercio entre los dos países.


A la sombra

Desde que llegó de Estados Unidos, en junio de este año, Gabriel Silva está más cercano que nunca al gobierno. Los partidos políticos de la Unidad Nacional ven a este político como un escudero de Santos y una pieza fundamental para los proyectos del Presidente: el proceso de paz con las Farc y su eventual reelección.

De hecho, personas cercanas al mandatario afirman que es Silva quien ha estado detrás de la fase exploratoria de los acercamientos entre el gobierno y la guerrilla de las Farc, y que ha sido fundamental para la firma del acuerdo que permite que a partir del 19 de noviembre inicien conversaciones formales entre las partes.

Así mismo, y cuando parece un secreto a voces el hecho de que Juan Manuel Santos desea permanecer en el poder por cuatro años más, los colaboradores del mandatario afirman que quien está “aceitando la maquinaria” de la reelección del mandatario es el propio Silva.


Pelea pesada

La posición en la que se encuentra Silva con respecto al gobierno y al futuro político del país le permite “cazar” una pelea con uno de los adversarios más fuertes de la prosperidad democrática: Álvaro Uribe Vélez.

El trino de Santos en su cuenta personal significa que el mandatario está de acuerdo con la postura esgrimida por el columnista en el texto publicado hace días y que también hace parte de los colombianos a los que les tocará aceptar que “hay dos Uribes: uno es el Presidente que tanto hizo por Colombia y que tanto admiramos; el otro, un político que está dispuesto a acomodar la verdad para recuperar el poder”.