Los empresarios de Cúcuta y Norte de Santander aseguraron que la situación actual de la ciudad fronteriza y de los municipios que comparten frontera con Venezuela debería tener un régimen especial y tributario al amparo de una emergencia económica por la postración económica que golpea la región.
En diálogo con Confidencial Colombia, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco Cúcuta, Rodolfo Mora, aseguró que la situación es tan delicada que al cierre del primer mes del año, hay empresarios y comerciantes que reportan caídas en sus despachos por el orden del 80 por ciento. La caída del comercio en 2012 sumó 40 por ciento, básicamente por la contracción del último trimestre.
El dirigente gremial aclaró que la devaluación como tal no causa ningún impacto, toda vez que el efecto ya se venía causando. Aseveró que lo que tiene muy temerosos a los empresarios son las medidas complementarias al anuncio de devaluación porque acelerarán aun más el proceso de devaluación que venía dándose paulatinamente y se apresuró desde octubre de 2012.
Es de tener en cuenta que el bolívar fuerte que valía 1,80 pasó a 80, es decir que la moneda venezolana que costaba a inicios de 2012, 220 pesos, hoy se consigue en 80 pesos.
Para Fenalco Cúcuta, existe la posibilidad que el gobierno de Venezuela disminuya en 29 por ciento las importaciones, escenario apremiante porque eso quiere decir que el 29 por ciento de los dólares de esas operaciones de comercio exterior generará un déficit en divisa que obligará a muchos agentes del mercado a conseguir dólares en el mercado negro por cuanto Venezuela no es autosuficiente en materia de producción. “Como no hay divisa, habrá que acudir al mercado negro y eso disparará su valor, acelerando con mayor vehemencia la devaluación en zona de frontera y eso nos tiene sumamente preocupados”.
El bolívar fuerte devaluó entre octubre y febrero en 40 por ciento, aspecto que puede seguir por la misma senda porque se prevé una devaluación de 10 por ciento mensual sin que se tenga certeza de hacia dónde se va a llegar.
“En este momento el bolívar esta en 83 centavos de peso, valor en el que estaba antes del decreto oficial, de manera tal que la devaluación se está dando progresivamente, pero no por esa medida sino por la escasez de dólares en Venezuela”, explicó el señor Mora.
La emergencia económica, consideró el presidente de Fenalco Cúcuta, es apenas consecuente por la situación económica de la zona de frontera pues para no ir tan lejos hay todo un proceso de desindustrialización y contracciones en el comercio que no solo se ven reflejados en balances en rojo sino en cierre de empresas, locales comerciales y la pérdida apenas obvia de puestos de trabajo.
Mora criticó las medidas anunciadas por el ministerio de Hacienda, las cuales, afirma, son equivocadas porque apuntan a combatir el contrabando de pequeños flujos de mercado sin que ataque de fondo a los grandes contrabandistas que operan en la frontera. “Esa medida tan solo traería hambre y sería totalmente inútil, porque quitar mercados de bajo precio para la población económicamente vulnerable no arregla el lío y si por el contrario abre un caos social”.
Los comerciantes aseguran que una medida como la que pretende el Gobierno es tan estéril e ineficiente como la represión a los raspachines en el Catatumbo, porque la reprimenda solo se entiende cuando el estado garantiza la generación de empleo y la subsistencia de las personas que canalizan un ingreso al margen de la ley.
Frontera sin dinamismo
Los flujos de comercio y de visitas por parte de Venezuela están casi en cero porque para un ciudadano venezolano resulta muy costoso comprar en Cúcuta o en cualquier ciudad de frontera con el país vecino. “Los venezolanos vienen a Colombia por extrema necesidad o porque necesita algo que enteramente no se consigue allá, pero a hoy podemos descartar la venida de los nacionales de ese país a demandar bienes y servicios en Cúcuta”.
La otra cara de la moneda, pero igualmente nociva, es ida de colombianos a Venezuela que compran en cantidades alarmantes, ocasionando un golpe muy fuerte a la industria y el comercio de la región.
“Reitero, el asunto no es reprimir este flagelo de toda la vida con policía sino con mejores precios en Cúcuta, en donde se resten impuestos, IVA y generando puestos de trabajo con nuevas obras de infraestructura que extrañamente no arrancan en Norte de Santander después de tres años tras conocerse los líos de aislamiento e incomunicación con la Costa Norte y el interior”, afirmó el presidente de Fenalco Cúcuta.
Los empresarios de Norte de Santander dicen que tan solo piden que se les permita competir en el interior del país para apalear la situación, pero el asunto es tan grave que para ir a Bucaramanga en automóvil, el tiempo de desplazamiento es de diez horas en promedio, sin contar el drama de la carretera a Ocaña que permite salir con producción a los puertos.
El pecado del Gobierno, dijo, es que inundó a la región con promesas, haciendo que la comunidad se llene de escepticismo pues no tiene presentación que se acuerde una zona de libre comercio en la frontera para luego recular. De igual forma consideró que a la clase política de Norte de Santander le quedaron grandes los problemas porque no ha sido que el Gobierno Nacional los atienda.
“No me cabe en la cabeza que vayamos a Venezuela para que frenemos los flujos de comercio en la frontera, cuando en la época en que el bolívar estaba en 16 pesos, permitíamos las compras de los venezolanos sin decir nada”, comentó Mora.
Otra medida inoficiosa, dijo, es la ley de fronteras que en la actualidad no es más que un adorno. “Hoy están en veremos empresas de arcilla, de carbón, fabricas de calzado y otro tipo de industrias que cerraron por falta de mercado. Nosotros estamos urgidos de medidas de emergencia y si no apague y vámonos”.