“En Colombia, los mismos ricos, menos clase media y más miseria”

Las centrales obreras expresaron pesimismo por lo que ha de ser la negociación del salario mínimo que comenzará en noviembre próximo y aseguraron que los ajustes salariales a los congresistas dan muestra de injusticia y abuso. Para los trabajadores dicha medida es una afrenta.

El Presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Alejandro Pedraza le dijo a Confidencial Colombia que sobre el salario mínimo no hay mayor expectativa toda vez que en el salario básico aplica el modelo económico que le da el dinero y las utilidades a los ricos de siempre, pero que acabó con la clase media y volvió miserables a los pobres.

“Los gobiernos anteriores, incluidos los de Uribe y Pastrana se caracterizaron por mantener un salario mínimo atado al índice de precios al consumidor y por ello hemos denunciado la decadencia en el poder adquisitivo del salario mínimo que ya va en 14 puntos. En esta ocasión el Gobierno llegará a respaldar a los empresarios y será la misma película de siempre, es decir un IPC y el 0,5 por ciento que en opinión de l ejecutivo, es lo que merecen los obreros”, expresó Pedraza.

Indicó que la inmediata respuesta del Gobierno a los requerimientos salariales del Congreso no la encontrarán los trabajadores del mínimo porque lamentablemente en las fábricas no se hacen los proyectos de ley. Anotó que Colombia está sufriendo los rigores de un modelo económico y de un establecimiento que concentra la riqueza en unos pocos nacionales aumentando la deuda social que sigue incentivando las movilizaciones y las huelgas.

Para el vocero de los trabajadores, el país sigue metiéndole dinamita a una coyuntura social que se refleja en el inconformismo de los trabajadores, de los campesinos que ya se sienten defraudados con las negociaciones pasadas y con otros sectores sociales que ya alistan un gran paro nacional.

“Al Presidente Santos no le puede tildar de tramposo, lo que sucede es que le es fiel al modelo neoliberal que excluye de la agenda el tema social y por eso mismo Colombia ocupa el noveno lugar en el mundo en inequidad social. Hay otro asunto, en América Latina, Colombia se disputa el cuarto lugar en crecimiento económico, pero es el tercero en mayor inequidad social con Haití y Honduras, situación que se demuestra con aumentos de un punto o punto y medio por encima del IPC en el salario mínimo por decreto. Todo eso contrasta con los crecimientos en 400 por ciento en la inversión por parte del portafolio de Sarmiento Angulo en Centroamérica y el Cono Sur”, dijo.

El consenso de Washington o modelo económico, sostuvo, amerita una urgente revisión porque este contempla los tratados comerciales y todo lo que conlleva a incentivar el ingreso de productos y capital foráneo en detrimento de las empresas nacionales, principalmente de las medianas y pequeñas que ya están cerrando sus puertas porque no puede competir. Por eso habrá un caos social, argumentan, si se tiene en cuenta que la pyme es la principal generadora de empleo en Colombia.

Lamentó y condenó las posiciones adoptadas desde el Gobierno y más exactamente desde el ministerio de Defensa que quieren deslegitimar las movilizaciones y los paros tildándolos de expresiones al margen de la ley cuando estas manifestaciones están amparadas por la Constitución. “Están creando mecanismos de distracción para desacreditar el reclamo social”.

La CUT dijo que con el salario básico de hoy se está viendo una migración social preocupante porque la clase media está pasando a las estadísticas de pobreza y los pobres ya están matriculados en la miseria. Según la Central, es imposible hablar de dignidad con un salario de 600.000 pesos para cubrir gastos de arriendo, alimentación, salud, educación, servicios públicos y otras obligaciones. “Actualmente la clase media se está diluyendo y se fortalece preocupantemente el modelo de un país con unos inmensamente ricos y demasiados inmensamente miserables”.


“Generosidad con el mínimo debe ser igual al ajuste a congresistas”

La Confederación General del Trabajo (CGT) le dijo al Gobierno del Presidente Santos que en aras de la equidad, la misma generosidad y celeridad que aplicó para el aumentó en el salario de los congresistas debe ser la misma para reajustar el salario mínimo de los colombianos.

El presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez Esguerra, agregó que dicho incremento, aparte de ser injusto y poco merecido por la precaria gestión legislativa, resulta ofensivo e insultante con la clase trabajadora que recibe migajas cuando de incremento salarial se trata.

Cabe precisar que las negociaciones del salario básico de los colombianos empezarán a mediados de noviembre próximo cuando arranquen las consultas tripartitas entre empresarios, Gobierno y trabajadores.

El dirigente sindical expresó su malestar por la presunta presión ejercida por un sector del Congreso al Presidente de la República para que se les reajustara sus ya de por si escandalosos sueldos como condición para tramitar el proyecto de reforma a la salud.

Sobre el salario mínimo, la CGT considera que el reajuste para el año 2014 debe tener en cuenta la inflación causada, la inflación esperada y la productividad tal como lo establece la ley, además, se le debe sumar a esa cifra varios puntos adicionales para lograr la recuperación del Salario Mínimo Legal, teniendo en cuenta que los empresarios tuvieron un ostensible reducción en los aportes parafiscales y en salud superior al 12 por ciento.

Gómez Esguerra indicó que el Comando Nacional Unitario, integrado por la Confederación General del Trabajo, CGT, la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, la Confederación de Trabajadores Colombia, CTC, la Confederación Democrática de Pensionados, CDP y la CPC, realizarán reuniones previas para definir una propuesta unida en torno de la exigencia del reajuste del salario mínimo legal.