“En el Congreso, Bogotá no le duele a nadie”

La opción de trabajar por una consolidación de una verdadera representación de Bogotá, para Clara Rojas es algo que no se debe dejar solo al Concejo. La candidata a la Cámara por el Partido Liberal considera que las convicciones que la llevaron a acercarse a la colectividad pueden desempeñar un gran papel en la relación que tiene que tener la capital de Colombia con el poder legislativo.

Confidencial Colombia habló con la fórmula a la Cámara de Juan Manuel Galán sobre su plan de trabajo para Bogotá desde el Congreso de la República. La exsecuestrada por las Farc quiere hacer una reforma del estatuto orgánico de Bogotá para elegir los alcaldes locales por voto popular. Igualmente dejó sus impresiones sobre lo que está ocurriendo con el alcalde Petro, su posible candidato para reemplazarlo, los pesos pesados que llegarán al Congreso y la reelección del presidente Juan Manuel Santos.


Confidencial Colombia: ¿Qué la motivo a volver a participar por un cargo de elección popular?


Clara Rojas: Me motivó querer actuar. A veces uno se queja de cómo están las cosas y se queda ahí. Es importante pasar un poco más a la acción e impulsar propuestas directamente desde el Congreso de la República enfocado en temas puntuales de Bogotá. Es importante pasar de la protesta a la propuesta y la acción. Eso es lo fundamental



C. C.: ¿Por qué y quién la convenció para que se lanzara por el Partido Liberal?


C.R: El Partido Liberal fue la colectividad que estuvo más receptiva desde mi liberación en el 2008. En ese momento el director del partido era el expresidente César Gaviria y él muy amablemente me dijo: ‘Clara yo te veo unas condiciones políticas excepcionales, cuando quieras hacer política esta es tu casa’. A mí me pareció un muy buen gesto pero recién llegada no estaba para medírmele a eso. Pasado el tiempo cuando fueron las elecciones para el congreso en el 2010, me dijeron que por qué no me lanzaba. Ahí hice ese primer ejercicio que para mí fue importante. De todas formas era un gradiente muy alto porque tenía que recorrer el país. Efectivamente hice campaña para el Senado y me pareció interesante porque era volver a conectarme con una realidad que yo hace mucho tiempo no tenía justamente por la razón del secuestro.

Por qué el Partido Liberal. Digamos que soy liberal de convicción. Me parece que en teoría los principios y las causas sociales que el partido ha llevado durante muchos años son con las que más me identifico. Reconozco que ha habido situaciones difíciles pero también la importancia de una renovación. Dentro de esa propuesta me invitan como primer reglón de Cámara, lo cual a mí me parece muy interesante porque ya había entendido la mecánica regional de la politiquería y la cantidad de recursos que se mueven, sobre todo en las regiones, y me pareció que podría ser un espacio importante en Bogotá. De las cosas que más estoy cerca es de la capital. Los últimos seis años que he estado libre he vivido en Bogotá. De manera que me parecía más fácil trabajar acá.


C. C.: En un gran porcentaje, varios representante s a la Cámara usan esta curul para dar luego un salto al Senado ¿Cómo va a enfocar su trabajo por Bogotá?


C.R: Bogotá en el Congreso como que no es de nadie. Vienen los senadores de otras regiones y pescan, porque así es, en la campaña pasada lo viví. En cambio cuando uno va a las regiones sí se nota que están identificados con cada zona del país. Con Bogotá no pasa lo mismo, por eso tengo claro que mi eje central es Bogotá desde muchas áreas. En el campo del presupuesto, incluso la capital le reporta al presupuesto nacional más del 60 por ciento de los recursos. Solo se le devuelve el 15 o 20 por ciento de eso, lo cual no es proporcional a la densidad de población y a lo que aporta. Esos debates hay que darlos en el Congreso, finalmente es nuestra ciudad capital. Por ejemplo no tiene presentación que a estas alturas no tengamos una línea de transporte que sea importante para siete millones de personas.

Me parece que si bien el Concejo es clave, no ha estado a la altura de las dimensiones de las necesidades de Bogotá y frente a esta coyuntura al parecer tampoco. Por eso creo que hay que subir el nivel de los debates, hay que hablar de los temas, ponerlos sobre la mesa.

Junto con el Partido Liberal queremos hacer llegar una propuesta para la reforma del estatuto orgánico de Bogotá. En lo personal me parece muy importante profundizar lo que es la descentralización: por ejemplo aquí no hay dolientes ni por los huecos. Si hubiera alcaldes populares para cada localidad me parece que habría más posibilidad que los problemas se resuelvan en todo orden.

Lo otro que hay que repensar es el tema de los ediles. De lo que he visto y de las quejas que me llegan de la gente, se habla de mucha corrupción junto con las juntas de acción comunal. Por eso me parece que en el estatuto orgánico serviría como el instrumento ideal para poder modificar esas instituciones.



C. C.: ¿Cómo ha manejado el alcalde Gustavo Petro el tema de su destitución e inhabilidad por parte de la Procuraduría?


C.R: Me parece que está dando un muy mal ejemplo. El compromiso y el deber ser es que todos los ciudadanos estemos bajo el imperio de la ley. Si hay unas instituciones y unas reglamentaciones pues hay unos canales para hacerlo. Si en aras de la discusión hay una destitución él tiene, mediante la vía legal, interponer los recursos y ahí manifestar todas las inconformidades, pero si la Procuraduría falla en contra él tiene que respetar. Ahora, si considera que sus derechos fundamentales se pasaron, eso lo entiendo, pero 36 tutelas no tiene explicación. Esto lo que está es trabando la justicia y genera un desgobierno en la ciudad, que es lo que tenemos, y al parecer esto va a durar meses.

Me parece que es desafortunada la actitud del alcalde, por eso lo invito a que replantee esa situación y que piense en Bogotá. Él tiene un compromiso con la ciudad junto a un presupuesto por ejecutar, todos estamos pendientes de eso. De la misma manera que haga el pronunciamiento si en alguna tutela le dicen que efectivamente el procurador tenía razón: tiene que aceptarla.

Lo otro es permitir que se tomen la Plaza de Bolívar de ruana, cuando es el principal sitio de identificación de los bogotanos, pienso que hay que cuidarlo. Él está dando un mal ejemplo que no es conducente para la situación que el país está viviendo actualmente porque tenemos muchos problemas, como que el palo no está para cucharas, diría yo.


C. C.: En un escenario de nuevos candidatos para Bogotá ¿A qué persona del Partido Liberal consideraría que está capacitado para ir a unos futuros comicios?


C.R: Yo diría dos cosas. La primera es tener en cuenta que el partido, en una reunión que tuvimos, decidió que ojalá esa solicitud de revocatoria se aplace hasta tanto no se defina la situación jurídica del alcalde. Una vez resuelta, y en el escenario de un fallo a favor de él, dejar que los ciudadanos se pronuncien. En ese sentido diría que hay muchas personas, he venido hablando de David Luna pero también se podría buscar un candidato de unión nacional, así como lo hay en el país, porque el presidente tiene la unidad nacional conformada por varios partidos. Pensaría que dentro de ese sentido se pueden crear varias alianzas para generar un candidato que tenga la experiencia, el conocimiento, la capacidad, o una candidata, que sería oportuno darle la opción a una mujer


C. C.: ¿La reelección del presidente Santos es algo positivo para lo que está atravesando el país?


C.R: Veo al presidente Santos muy comprometido con los temas sociales y la paz. Si logra dejar resuelto esos problemas sería un aporte histórico para Colombia. Ya lo que nos toca a nosotros es, una vez reelecto, comprometerlo a que todas las promesas de campaña en lo social se cumplan. En cuanto a Bogotá, sería generar un compromiso con ciertos proyectos específicos. Por ejemplo en lo que concierne al metro, además de un compromiso con temas ambientales como la descontaminación del río Bogotá. En la campaña pasada él había hecho un compromiso programático. Todos los candidatos lo hicieron. Eso requiere también recursos

Además, en lo social, como es el caso de los hospitales en Bogotá, si logramos que la gente no se muera esperando en los centros médicos y por lo menos logramos que sean atendidos, creo que si hay un compromiso puntual del Gobierno Nacional en ese sentido habremos ganado mucho.


C. C.: ¿Cómo es en estos momentos su relación con Íngrid Betancourt?


C.R: No tengo ningún contacto con ella. Desde la liberación no hablamos. Esa vez nos saludamos y conversamos un minuto.


C. C.: ¿Qué radiografía puede hacer de lo que se ha desarrollado en el proceso de paz en La Habana?


C.R: Me parece que es importante lo que se ha hecho. Hay que destacar que ya se esté trabajando en un tercer punto. Le diría a las partes, tanto al presidente como a las Farc, que ya que estamos en época de campaña se comprometan, sobre todo a la guerrilla, a dejar estas confrontaciones de ataques a la población civil.

Ojalá las Farc entiendan que el lenguaje de los colombianos es el diálogo. Para eso se abrió la mesa, para que hablen, no para presionar al Gobierno ni a Colombia con ataques. Esa es una línea en la que el presidente debe ser muy firme.


C. C.: ¿Se puede considerar como hechos que ponen en duda la voluntad de paz de las Farc lo ocurrido en Pradera y Toribío?


C.R: Por supuesto. Ellos tienen que entender que el compromiso es con la gente. Tiene que sintonizarse con los colombianos, los que estamos haciendo los sacrificios. El hecho de aceptar que ellos van a tener unas condiciones especiales, para las víctimas, ya es un aporte. Deben actuar en correspondencia con un perdón público, ya lo he venido pidiendo. Tienen que entender que no todos los personajes que ellos solicitan pueden ir a la mesa de La Habana. Me parece que no fue el momento apropiado para hacer la petición que vienen haciendo sobre el tema de ‘Simón Trinidad’, aseverando que no ha tenido las garantías procesales en Estados Unidos mientras ellos siguen atacando a la población civil, no tiene presentación


C. C.: ¿Cómo ve la posibilidad de un Congreso con el expresidente Álvaro Uribe y la lista del Centro Democrático?


C.R: Me preocupa eso. Me parece que es importante que las figuras de la lista de él se conozcan. Creo que es gravísimo que el expresidente lleve la vocería total. Pienso que la responsabilidad en el Congreso es conjunta, uno los ve perdidos, mejor dicho no los ve. Para el electorado es algo complicado porque tiene que saber por quién está votando. Por eso invitamos a votar por las otras listas para lograr hacer ese equilibrio y tener los debates que realmente necesita el país.


C. C.: Ya dentro de su partido ¿Qué opinión le genera la vuelta al ruedo electoral del Horacio Serpa?


C.R: Pienso que él ya lo decidió y lo aceptó el partido. Me preocupa que las generaciones que veníamos atrás quedamos como si no existiera una figura importante que se pueda mantener y les tocó a ellos meterse de nuevo a la política. Igual si logramos una lista plural y conjuramos un equilibrio para aportar al país la mejor sabiduría en la toma de decisiones que se van a tomar en el Congreso. En eso diría que no es solo él, van a ver otros pesos pesados que serán importantes a la hora de aportar ideas en este nuevo parlamento.