"En el posconflicto habrá guerra sucia y accionar criminal"

El Fiscal General de la Nación, Luis Eduardo Montealegre aseguró en Confidencial Colombia que lamentablemente hay demasiados francotiradores del proceso de paz por una serie de intereses económicos y de poder que no miden los alcances y los favores de la conciliación nacional.

El funcionario dijo que infortunadamente para muchos sectores del país la guerra es rentable. “ Es un hecho, detrás de los 50 años de violencia en Colombia, encontramos intereses muy oscuros y una lucha soterrada por la tierra. También encontramos un grave conflicto de clases que se agudiza con temas sociales”.

Comentó que por eso cuando se habla de reforma agraria, de reforma urbana y de ajustes estructurales al modelo de estado en Colombia se afectan muchísimos intereses que van desde los latifundistas hasta los narcotraficantes que prácticamente han hecho la gran contrarreforma agraria en Colombia. “El narcotráfico se ha apoderado de grandes extensiones de tierra y entonces cuando se oye un discurso social y moderno como el que plantea el Presidente Santos con reformas de fondo, se tocan esos mal habidos logros”.

Para el funcionario el proceso tiene enemigos al margen de la ley y con dudoso comportamiento, pero aclaró que también hay antagonistas y opositores muy respetables haciendo alusión a que no se puede generalizar en el tema. “De todas maneras el proceso de paz tiene pocos amigos porque hay intereses económicos que es fundamentalmente el gran problema de la paz”.


Confidencial Colombia/ Qué tanto asidero jurídico tiene el proceso porque hoy en Cartagena se puso en tela de juicio el marco para la paz.


Luis Eduardo Montealegre/ A mí me parece que ya la Corte Constitucional dio claridad sobre el proceso. La corte con su sentencia despejó el camino para la paz y lo hizo porque encontró que es viable desde el punto de vista constitucional que las investigaciones se centren en los máximos responsables y eso significa que frente a lo que es la base de la guerrilla y la base de la insurgencia, el estado bajo ciertas condiciones puede renunciar al ejercicio de la acción penal y entonces esto implicará que las investigaciones se centren en esos máximos responsables y en los máximos dirigentes de la organización insurgente. Con esto se dio un gran avance con la sentencia de la Corte Constitucional, la verdad creo que la Corte está con el proceso de paz, que dio un aval fundamental al explicar que ese modelo de justicia transicional que está centrado en un juzgamiento de máximos responsables, con posibilidad de renuncia al ejercicio de la acción penal abre un gran espacio para el proceso de paz y yo creo que es la mano tendida que da el estado dentro el marco institucional al mencionado proceso de pacificación.


C.C/ ¿Cómo hacer para contrarrestar a esos francotiradores que le están apuntando a la paz?


LEM/ Con un gran apoyo popular, me parece que yo soy un gran optimista de la paz, creo que en medio de todas las dificultades y que avanza lentamente el proceso en la Habana, creo que la solución está en que sigamos involucrando a la población civil y al pueblo colombiano en el proceso de paz. Creo que la gran legitimidad de este proceso que ya empezó a darse por la decisión de la Corte Constitucional desde el punto de vista jurídico va a surgir del apoyo de la ciudadanía. Nosotros necesitamos una gran pedagogía a nivel nacional para explicarles a los colombianos porque el país tiene que superar a través de una solución negociada un conflicto de más de 50 años. Con la legitimidad del pueblo e involucrando al pueblo colombiano en la discusión para que el proceso de paz gane cada vez más legitimidad le podremos responder a los apologistas de la guerra.

La gran apuesta hoy es por el apoyo ciudadano al proceso de paz. Que se exprese la ciudadanía y que las Farc sepan que Colombia quiere la paz y que hay una gran oportunidad histórica para la insurgencia en Colombia de lograr un acuerdo negociado y que esto no se finalice el conflicto a través de la guerra sino que todo se dé con la negociación y eso lo vamos a lograr indiscutiblemente con un gran respaldo popular. Creo que el Gobierno debe entrar en un proceso de pedagogía para explicar el proceso y sus alcances, con ello seguro ganarían mucho más apoyo a las negociaciones de La Habana.


C.C/ ¿Tiene sentido aseverar que el sapo venenoso de las negociaciones de paz es la impunidad?


LEM/ Esas son frases impactantes, son frases estridentes y de cajón que ha venido utilizando el señor procurador por quien profeso un gran respeto desde el punto de vista ideológico, no comparto su concepción de la sociedad ni de derecho. La verdad, son frases muy cosméticas, son frases que no llegan al fondo del problema que se está discutiendo en Colombia. Estoy convencido que este marco de justicia transicional se ha elaborado con gran seriedad y siguiendo estándares internacionales. Yo creo que hoy tenemos un gran respaldo de la comunidad internacional en cuanto al proceso. He escuchado voces muy autorizadas de la academia internacional, avalando este proceso de justicia transicional. Escucho voces de las Naciones Unidas, de la Unión Europea y académicos de alto nivel de Estados Unidos y Europa.

Hemos superado los estándares de otros procesos de paz adelantados en el mundo. Esos estándares nos ponen por encima de Sudáfrica y a los exigidos en Centroamérica. La comunidad internacional no puede exigirles más estándares a Colombia de los pedidos en otros países.


El pos conflicto será complicado

Para el Fiscal General de la Nación, Colombia llegará a la paz con una solución negociada pero aclaró que el gran desafío del pos conflicto será enfrentar la guerra sucia porque los señores de la guerra va a responder con violencia. “Va a haber guerra sucia en ese pos conflicto y si logramos algo en La Habana se hará necesario aplicar grandes reformas al estado en donde se les dé toda la protección a los desmovilizados y concretar una gran reincorporación a la sociedad colombiana y eso será posible desarticulando las grandes bandas criminales que van a surgir como mano negra en contra del proceso de paz”.

Según el Fiscal Montealegre, todo lo citado se podrá contrarrestar con el fortalecimiento a la justicia y con el apoyo de todas las Cortes será viable derrotar a los violentos.

Afirmó que para no incurrir en los errores de negociaciones anteriores será vital darle más fuerza a la justicia para combatir la delincuencia organizada porque históricamente se ha demostrado que entre un 15 o un 20 por ciento de los desmovilizados entran a conformar bandas criminales y por eso la respuesta está en una justicia fortalecida, e una Fiscalía, en unos jueces y en un aparato judicial moderno y eficaz contra el crimen.


Son necesarios otros cambios

Para el señor Fiscal la negociación como tal no es la salida pues hay que implementar procesos de inclusión social que afiancen la verdadera paz. Compartió lo expuesto por el negociador, Humberto de la Calle en el sentido de que el proceso durará más de 10 años.

“Hay que construir otra Colombia en donde se abran espacios sociales de alternatividad política, es decir que todos los poderes que han estado tan cerrados durante 50 años, en el conflicto armado colombiano, permitan la movilidad y el acceso de la población que no ha tenido la oportunidad de educación, salud, vivienda y otros derechos fundamentales. Yo creo que la paz debe venir acompañada de grandes transformaciones sociales y debe ser el empeño y el propósito de todos los colombianos en la próxima década”, concluyó el Fiscal.