Lejos del ‘boom’ mediático, Confidencial Colombia investiga si la obra ganadora del premio Arte Joven 2014, fue un plagio. Entrevista exclusiva con la polémica artista Viviana B. Troya.
El 23 de septiembre, en la galería Nueveochenta de Bogotá, se dieron a conocer los ganadores del concurso Arte Joven 2014. La convocatoria apoyada por la embajada de España, Colsanitas y la galería Nueveochenta, premió con 12 millones de pesos (menos el 20% de comisión) a Viviana B. Troya por su pintura de gran formato ‘Continuación’. No obstante, el 04 de octubre, Jorge Montaña, hijo de la reconocida artista colombiana Teyé Cuellar y, diseñador industrial de profesión, denunció a través de su página de Facebook lo que él consideraba un plagio. A los ojos de Montaña, la obra de Troya, no es más que una réplica exacta de una famosa fotografía de Mark Borthwick fotógrafo de moda de 1997.
Sin embargo, Montaña no es el único que comparte esta visión del asunto. Días después, el Blog Fotocopias Colombianas retomó la denuncia, iniciando así una polémica discusión que generó toda una algarabía en redes sociales. Asimismo, pese a los hechos, fuentes cercanas a Confidencial Colombia, afirman que los curadores del concurso Arte Joven 2014, (quienes se han mantenido en el anonimato hasta el momento, pero que según la fundación MISOL son personajes reconocidos en el medio de las artes), se negaron a retirarle el premio a Viviana B. Troya.
No obstante para Montaña, “el silencio sepulcral de los organizadores, denota la más absoluta falta de empatía con los setecientos y pico de muchachos que pusieron sus esperanzas y trabajaron para este concurso en pro de una organización que se lucra, no en dinero sino en imagen, en este caso puesta en duda y unos buenos descuentos en impuestos que no compensan el estrago”.
Por ello, Confidencial Colombia, le presenta argumentos a favor y en contra, además de una entrevista exclusiva con la artista, para que sea usted mismo, quien saque conclusiones.
En la página web oficial de Viviana B. Troya, cerca de doce meses antes del concurso de Arte Joven, la artista retoma cuatro fotografías de Mark Borthwick, al tiempo que escribe: “¿Cuál es la diferencia entre una imagen y otra? ¿Entre una máquina y mis trazos? ¿Para qué copiar una foto?”. Tiempo después y en entrevista con Confidencial Colombia, Troya admite que evidentemente éstas eran algunas de las preguntas base que la motivaron para realizar el proyecto en el que está enmarcada ‘Continuación’.
De hecho, admite que intencionalmente deseaba “copiar” la fotografía Carte blanche – fashion images de Mode Nº2 de 1997 “esa era la idea, nunca ha sido un secreto, porque eso no es lo que me interesaba”.
En contraposición Jorge Montaña, invita a que en este caso se revisen los derechos de autor. “El derecho de reproducción de una imagen fotográfica y eso incluye calcarla, le pertenece al fotógrafo. Estos profesionales tienen una legislación express que los defiende. Muchos publicistas lo han amargado en carne propia pagando costosos errores por usar fotos ajenas”, afirma el diseñador industrial. “El hecho que algo esté en Internet no implica que sea de dominio público a no ser que el autor lo permita: Copyleft (todo permitido) o Creative Commons (reproducción con restricciones usualmente cita del autor) y Dominio Público que sucede automáticamente a los 50 años de su publicación”.
Sin embargo David Lozano, artista plástico y docente de la Universidad Nacional, afirma que la cuestión es mucho más compleja. “El problema es con la reproducción de la imagen y la masificación de la misma a través de los medios. El problema es que surge la pregunta: ¿de quién son las imágenes? y es una pregunta muy difícil de contestar, no solamente desde el campo del arte sino en general”.
En lo que sí coinciden Montaña y Lozano es en una visión ética del asunto. El primero; dice que “nuestros jóvenes talentos tienen que disputarse un espacio minúsculo poco amigable, pero aún así existen unos límites éticos que se acuerda tácitamente respetar”, al tiempo que el segundo, es enfático al explicar que si bien los principios éticos no son un tema muy común de discusión en el arte, “hay unos principios que lo constituyen a uno como ciudadano del mundo y que lo hacen entrar en lo que hoy es la sociedad, (aunque pareciera que el arte siempre ha jugado a salirse de esos principios éticos). Entonces dar y reconocer la autoría de la obra es un principio ético que debería conceder a quien es el autor de la imagen y en algún momento decir: “ésta es un reproducción idéntica de ésta”.
Con todo la obra fue premiada; así que Jorge Montaña se pregunta si ¿puede un concurso de arte premiar una copia de una obra solo por cambiarle el formato, de foto a pintura? cuando las bases textualmente dicen: “En caso de ser seleccionado el artista deberá certificar que su obra es original y única””
A lo que el maestro de la Universidad Nacional responde que si bien el concurso debió haber “definido muy bien que entiende por original y que entiende por único”, para que “en términos jurídicos se garantizará una mayor transparencia”; evitando así que en este caso en particular los otros participantes pudiesen demandar el concurso, la obra de Troya sí es original.
“Sí es obra única, el problema es el original de lo que dice la imagen, del valor icónico. No es el problema de la materialidad de la imagen, porque esta es única; ahí el cuadro que ella hace es único, no se parece a nada, es él, porque en cuanto a su estatuto de origen le da ese privilegio al pasar por esa traducción. Esa no es la discusión, lo que podría tener discusión es la cuestión de originalidad, pero habría que preguntarse: ¿qué es originalidad? y en eso los artistas mismos no nos hemos puesto de acuerdo […] refiriéndose a Walter benjamín uno dice: ¿por qué preguntarse por el original si estamos viviendo en un mundo de copias?”, dice Lozano.
De hecho, también explica que en este caso hay una cuestión está íntimamente relacionada con la pintura; “Porque la pintura tiene un estatuto y ese estatuto tiene que ver con lo ‘matérico’, es decir, con el gesto y la ‘fisicalidad’ misma de la imagen que ha sido traducida. Es decir, hay un modo de hacer propio de la pintura; entonces cuando viene y se hace este trabajo, hay que interrogar la pintura, hay que interrogar la imagen en la pintura. Seguramente uno empieza a ver que hay una serie de debilidades, de bordes, que la hacen diferente, que la hacen única; el problema no es ser único o no, es del estatuto de la pintura misma, es la experiencia y el hecho creativo que queda plasmado en un soporte. Creo que eso es lo que la salva a la artista”.
Visión que comparte Troya, quien en su defensa afirma que “partiendo de imágenes fotográficas de diversos orígenes busco la manera de justificar la pintura como medio, como acción, cuando ya existe la fotografía y la difusión de imágenes por impresos, pantallas y medios digitales. “Continuación” se basa en una fotografía de Mark Borthwick, mantiene el encuadre y distorsión inicial de la imagen del fotógrafo, pero cambia su escala y la traduce a pintura. El resultado es una pieza que en su aspecto general “continúa” con la imagen de Borthwick, pero que habla de la intención pictórica, que da cuenta de su irreductibilidad y el empoderamiento de este medio”.
Respecto a la certificación de la obra como única y original frente al concurso, la artista simplemente afirma que lo hizo bajo “los mismos argumentos que todos los otros declaran sus obras originales y únicas”, sin dar más explicaciones.
No obstante, a Montaña siguen sin convencerle estas tesis: “firmó este certificado. Ignoro si citó que para ella su fotocopia era un nuevo original de otra obra, como apareció convenientemente en su página posteriormente. Pero su respuesta ante el escándalo que la puso en la picota pública es tan escandalosa como su plagio […] Hizo un plagio, engañando a una institución, derrumbando un evento hasta entonces respetable, atropellando a setecientos y pico de muchachos que con ella participaron, para hacerlos parte de su burla como si sentimientos y valores fueran objeto de una Performance Artística”, comenta el diseñador.
En contraste, Viviana expone que “en estas denominaciones la palabra plagio tiene una connotación de malicia […] dentro del contexto artístico las nociones de autor y reproducción son bastante amplias. Juntar la palabra “arte” y “plagio” requiere más información y contexto, dadas todas lo cosas que permiten, de todas formas al final las dos son solo palabras”.
Finalmente David Lozano, declara que en un proceso legal, “no creo que ella tuviera algún tipo de veredicto en contra” y que quien podría decir si es una copia o no, es el autor de la imagen, ya que si bien existen los derechos de autor, cuando las cosas “pasan por internet, la cuestión se vuelve muy débil. En Colombia y a nivel internacional definir de quién son las imágenes cuando circulan en internet y cuando hay un uso masivo de la imagen”.
Pese a todos los argumentos a favor y en contra de Viviana B. Troya, no es fácil establecer una sentencia sobre si la embajada de España, Colsanitas y la galería Nueveochenta se equivocaron al otorgar el primer premio a la obra ‘Continuación’. Confidencial Colombia, muestra a continuación la entrevista completa a la artista, mientras que en este enlace puede encontrar las declaraciones del diseñador Jorge Montaña, para que usted mismo saque conclusiones.
Entrevista a Viviana B Troya.
Confidencial Colombia: Académicamente hablando, ¿cuál es su trayectoria artística?
Viviana B. Troya: Estudio actualmente séptimo semestre de Arte en la Universidad de los Andes, el año pasado viví en Paris en donde tomé clases en la Sorbonne.
C.C: Su obra no es solamente pictórica; también ha trabajado en campos como video, fotografía y escultura, ¿de qué manera cada una de estas disciplinas permean su creación? Es decir, cuando hace fotografía, por ejemplo, ¿cómo influyen los otros campos? O por el contrario, ¿son procesos absolutamente independientes?
V.T: Creo que la mayor parte de mi trabajo está concentrado en la relación entre la pintura y los medios electrónicos (fotografía, video). Me interesa intentar trastocar las características propias de cada medio, problematizar los límites entre uno y otro, jugar con eso.
En la fotografía, por ejemplo, busco lograr una imagen pictórica, que hable de la pintura, a través de la luz y los “accidentes” de la técnica, como las fotos borrosas, desenfocadas, las aberraciones cromáticas, etc.
C.C: ¿Hay algún campo de los mencionados anteriormente con el que se sienta especialmente cómoda?
V.T: La pintura es mi principal interés en este momento. Aunque yo no diría que me siento “cómoda” en este medio, creo que es precisamente eso lo que me motiva a trabajar.
C.C: ¿Alguna vez pensó/ha pensado en dedicarse a otro campo del conocimiento?
V.T: Entré a la universidad estudiando Literatura. Creo que ya no terminaré la carrera, pero claro que sigue estando presente en lo que hago.
C.C: Artísticamente hablando ¿cuáles son sus principales inquietudes?
V.T: Como dije antes, en este momento estoy concentrada en la pintura, y entre lo que más me inquieta es lograr ciertos aspectos formales que me permitan trascender el punto en el que me encuentro ahora.
C.C: Excluyendo el premio de Arte Joven 2014 ¿qué otros reconocimientos ha recibido su oba?
V.T: Es la primera vez que participio en convocatorias de arte. Hace unos años me gané con un cuento una beca de la alcaldía de Bogotá para unos talleres de escritura.
C.C: Hablando de la obra Continuación – (d’après Mark Borthwick) del año 2013, ¿cuál es el sustento teórico en la misma? ¿Está retomando usted algún movimiento artístico?
V.T: (Por cierto el título de la obra es sólo Continuación). No sé cómo podría estar retomando un movimiento artístico. Cito aquí una parte del texto que tengo en mi página con relación al contexto de la obra:
”Continuación” es una pintura hecha en el 2013 que forma parte de un proyecto que empecé hace unos años en el marco de mi formación artística. Partiendo de imágenes fotográficas de diversos orígenes busco la manera de justificar la pintura como medio, como acción, cuando ya existe la fotografía y la difusión de imágenes por impresos, pantallas y medios digitales. “Continuación” se basa en una fotografía de Mark Borthwick, mantiene el encuadre y distorsión inicial de la imagen del fotógrafo, pero cambia su escala y la traduce a pintura. El resultado es una pieza que en su aspecto general “continúa” con la imagen de Borthwick, pero que habla de la intención pictórica, que da cuenta de su irreductibilidad y el empoderamiento de este medio.
C.C: En una entrada en su blog, realizada en el año 2013, usted retoma cuatro fotografías del artista Mark Borthwick, al tiempo que escribe: “¿Cuál es la diferencia entre una imagen y otra? ¿entre una máquina y mis trazos? ¿Para qué copiar una foto?” ¿Esto tiene alguna injerencia en su obra ‘Continuación’?
V.T: Sí, evidentemente. Estas eran algunas de las preguntas base que motivaron el proyecto en el que está enmarcada Continuación.
C.C: Retomando las preguntas que usted plantea allí, “¿Cuál es la diferencia entre una imagen y otra? (su pintura Continuación y la fotografía Carte blanche – Fashion Images de Mode Nº2) ¿entre una máquina y sus trazos? ¿Para qué copiar una foto?”
V.T: No sé. Creo que estoy aún a muchas pinturas de responderme.
C.C: ¿De qué se habla cuando se habla de plagio en las artes visuales? ¿qué matiz toma esta contingencia cuando tiene lugar en el marco de las artes digitales?
V.T: No entiendo muy bien la segunda parte de su pregunta, ¿se refiere a la reproducción de imágenes in internet?
Creo que dentro del contexto artístico las nociones de autor y reproducción son bastante amplias. Juntar la palabra “arte” y “plagio” requiere más información y contexto, dadas todas lo cosas que permiten, de todas formas al final las dos son solo palabras.
C.C: ¿Es su trabajo un plagio? ¿Qué le responde a los que así lo denominan?
V.T: En estas denominaciones la palabra plagio tiene una connotación de malicia, como sí yo hubiera tenido la mala intención de “plagiarla” y sin que nadie lo supiera. Claro que quería copiarla, esa era la idea, nunca ha sido un secreto, porque eso no es lo que me interesaba. Cuando la gente en las redes sociales habla de plagio, y hablan de derechos de autor y de acciones legales omitiendo la pintura creo que lo hacen pensando sobre todo en la plata, eso es lo que más les indigna. A mí lo que me importa es la obra.
C.C: ¿Estamos en la cultura de la reproducción? Es decir, el cambio en las técnicas de reproducción –grabado, litografía, fotografía, cine- ¿anulan el mito clásico de la “unicidad” en la obra de arte?
V.T: Sí desde siempre. La reproducción en todas sus formas ha existido desde siempre.
C.C: ¿Son las prácticas artísticas contemporáneas una cadena infinita de producción basada en la apropiación, la intertextualidad y/o relectura?
V.T: Creo que sí, pero de nuevo, es de los recursos más viejos y más comunes de lo que normalmente nos damos cuenta.
C.C: ¿Es su obra un Homenaje?
V.T: Depende del que la vea.
C.C: ¿Qué papel ocupan en estas situaciones los derechos de autor?
V.T: Creo que son esencialmente términos para designar cuestiones legales. A propósito, gracias a unos de los posts que ha generado “Continuación” me enteré que al pie de mi página de internet aparentemente firmo “con la C que todo lo consume” (http://www.vice.com/es_co/read/la-de-troya), gracioso todo lo que la gente puede conjeturar a partir de cosas de internet.
C.C: ¿Bajo qué argumentos usted certificó que su obra es “original y única”? siendo esta una de las bases del concurso Arte Joven 2014?
V.T: Bajo los mismos argumentos que todos los otros declaran sus obras originales y únicas.
C.C: ¿Algo que añadir?
V.T: Que muchas gracias.