Por primera vez, científicos descubren varias especies de peces con cáncer de piel. Las truchas encontradas viven debajo de uno de los ecosistemas más afectados por la radiación ultravioleta.
Tres especies de trucha que viven en la Gran Barrera, uno de los arrecifes corales más grandes del mundo, ubicado justo debajo del mayor agujero en la capa de ozono en todo el mundo, sufren melanomas muy parecidos al humano provocados por la radiación ultravioleta.
Este hallazgo único, resulta inquietante para los investigadores y la comunidad científica, que por primera encuentran unos peces salvajes que padecen cáncer de piel.
Los peces tienen lesiones y manchas oscuras, lo que para los hombres y mujeres con cáncer de piel, representaría un melanoma humano. Y aunque el descubrimiento sigue asombrando a los investigadores, aun existen dudas si estos animales son o no aptos para el consumo humano.
Antes de descubrir a estas especies, varias instituciones habían experimentado en peces de laboratorio, para provocar cáncer de piel los animales y entender el funcionamiento de la enfermedad en los seres humanos.
Los investigadores no estaban seguros si el pez podía llegar a padecer esta enfermedad en la naturaleza hasta que hallaron a estas truchas.
El primer indicio se produjo cuando un grupo de biólogos marinos estudiaba tiburones en la Gran Barrera, al Noroeste de Australia. Se dieron cuenta de que las truchas de las que se alimentaban los escualos tenían manchas negras en la piel.
Aunque las primeras hipótesis llevaron a los biólogos a pensar que se trataba de un hongo, las muestras de laboratorio que se analizaron en la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, demostraron que los tejidos analizados estaban afectados por otro motivo, cáncer.
“Después de eliminar otros factores como patógenos microbianos y polución marina, la radiación ultravioleta parece la causa más probable del cáncer”, dice Michael Sweet, de la universidad británica.
El equipo examinó las células de la piel lesionada bajo el microscopio y, a diferencia de las células normales, éstas estaban fuertemente agrupadas y producían pigmento en áreas donde normalmente no lo hacen. Las lesiones eran idénticas a las que tienen los peces a los que provocan cáncer en laboratorio.
Los científicos aun no han logrado determinar desde cuándo los peces sufren esta enfermedad, pero aseguran que está ampliamente extendida en la Gran Barrera, afectando a tres especies diferentes de este tipo de pez. Además, no descartan que haya otras especies enfermas.
Se ha determinado que la enfermedad puede haberse producido debido a que la Gran Barrera de Coral se encuentra directamente debajo del mayor agujero en la capa de ozono de todo el planeta, lo que significa que la región recibe mucha más radiación ultravioleta que otro lugar en el mundo.