Desde que el 30 de julio se decidiera en las inmediaciones de Tibú levantar el bloqueo que tenía aislado al Catatumbo del resto del país por casi dos meses, muchos temas se han discutido sobre la mesa de negociación instaurada en Cúcuta. Las negociaciones tienen como fin llegar a un acuerdo definitivo que logre ofrecerles una solución real a los cientos de miles de campesinos que sobreviven de sus cultivos, la siembra de coca, y, en el caso de algunos, del contrabando que permite la porosa frontera nororiental entre Colombia y Venezuela.
Según César Jerez, vocero de los campesinos organizados alrededor de Ascamcat (Asociación Campesina del Catatumbo), el jueves 15 de agosto será uno de los días decisivos en el proceso de negociación entre el gobierno nacional y los campesinos del Catatumbo, ya que será el momento en el que podría surgir una salida alternativa a la erradicación de cultivos de coca. De no ser así, las conversaciones llegarían a un punto muerto ya que la propuesta de Ascamcat no contempla la erradicación sin una propuesta sólida que garantice el sustento de las miles de familias que dependen de esa actividad ilícita.
De acuerdo a lo expuesto por Jerez, el tema de erradicación de cultivos es el eje de discusión de esta semana. El martes 13 y el jueves 15 se dará la discusión con los miembros del Gobierno y el miércoles 14 será el día de trabajo con los técnicos. Dentro de las exigencias sobre ese tema, la más importante es el cese de la erradicación de cultivos, punto que se considera clave para que el campesinado retome actividades agrícolas que no impliquen nexos con la ilegalidad. Dentro de la solución propuesta por Ascamcat está contemplada la reparación a las “víctimas de la erradicación” que implica la entrega de un apoyo de 1. 500. 000 pesos mensuales durante dos años a quienes han venido ejerciendo esa actividad.
El líder campesino asegura que si llegara a existir un acuerdo entre las partes sobre el tema de erradicación de cultivos este jueves, ese sería el primer paso para empezar a aplicar un plan piloto que permita sacar a la región del atraso. De llegarse a un acuerdo entre ambos equipos negociadores, la discusión sobre la Zona de Reserva Campesina del Catatumbo sería el próximo paso a seguir, y de esa manera se podría decir que el gobierno nacional pagó la deuda histórica que tiene con la región por el abandono en el que ha estado sumida desde hace décadas. Por lo pronto la sede de la gobernación de Norte de Santander, en la ciudad de Cúcuta, es el punto neurálgico desde donde la buena disposición de ambos equipos negociadores puede lograr entregar una solución definitiva a un problema que se ha ido agudizando a través del tiempo.
