Cristiano Ronaldo es uno de los mejores jugadores del mundo. Un futbolista que dentro del campo es imposible que no guste, y cuando digo esto, me refiero a sus cualidades para la práctica de su profesión. Hasta aquí todo en orden, pero el problema reside en que desde hace varios meses la imagen social y pública de Cristiano Ronaldo, la estrella del Real Madrid ha decaído.
Entre el amor y odio dicen que hay un paso. Analizando esta afirmación a mí me gustaría viajar un poco más allá. Yo creo que hay un milímetro. Un simple gesto, una palabra o una mirada pueden crear un sentimiento de animadversión hacia algo o alguien. Después de esta reflexión que me ha salido de dentro me parece que estoy ya centrado para entrar en materia.
Con Cristiano Ronaldo no hay término medio, no existe ese punto templado que impide no quemarse o no helarse en el intento. O lo amas o lo odias. Esto se percibe allá por donde va Cristiano Ronaldo. En Madrid, en el estadio Santiago Bernabéu, su casa, la gran mayoría del público le adora. Pero incluso en un territorio propicio para la alabanza, existen un sector que le defenestra. Si esto ocurre en familia imagínense lo que ocurre lejos. En cada campo que va los insultos, mofas y cánticos para desanimarle se repiten. Esto ha hecho que Cristiano Ronaldo se rebele en varias ocasiones, con gestos hacia el público que le critica, algo que va en su contra porque su imagen queda por los suelos. No es un ejemplo de deportista para los jóvenes.
Toda esta imagen negativa de Cristiano Ronaldo tiene su repercusión en todo el mundo. El jugador del Real Madrid tiene mucha proyección en otros continentes como América Latina o Asia, donde es imagen de varias marcas que poco a poco reprueban su actitud chulesca y provocativa. Además no solo a nivel comercial sino en lo puramente deportivo le perjudica porque Messi, su gran rival, le supera en ese sentido. La estrella del Barcelona tiene una imagen de chico humilde, que no provoca, con un comportamiento ejemplar.
En el Real Madrid, sus dirigentes ha percibido todo esto expuesto y han decidido ponerse manos a la obra para cambiarlo. El representante del Cristiano Ronaldo, Jorge Mendes está de acuerdo, y les podemos contar como primicia desde Confidencial Colombia que ya está preguntando en varias empresas para buscarle un nuevo asesor de imagen que le ayude a cambiar su actitud y su valoración personal. Cristiano ha mostrado su preocupación porque el mismo se ha dado cuenta que la gente no le quiere como a Messi. La persona que trabaje con él, tendrá como fin cambiar la percepción mala y lograr una mayor aceptación social. Ser rico y famoso no es sinónimo de ser querido. Cristiano busca ahora comprar por un puñado de dólares.