¿Estaría dispuesto a donar su paternidad?

¿Qué pensaría usted si le dijeran que es el padre de 533 hijos por ser donante de esperma? De esto se trata “Starbuck” la cinta canadiense estrenada en 2011 que se estrenará hoy viernes en las salas de Cinema Paraíso.

David Wozniak (Patrick Huard) es un irresponsable hombre de 42 años de edad que justo cuando se entera que su novia está embarazada, recibe la noticia que sus donaciones de semen en el pasado, han servido para la procreación de más de 500 jóvenes. Esta es la historia de “Starbuck” la cinta que podrá disfrutarse en las salas de Cinema Paraíso.

Aunque parezca una completa ficción, la paternidad de un número tan grande de hijos sí es posible, y en el mundo se han dado casos de este tipo, en especial, cuando la reglamentación y control de la donación de esperma estaba iniciando una rápida carrera en el mundo de la reproducción asistida.

El drama de David ciertamente es posible aunque las autoridades de control natal en las clínicas de reproducción han perfilado sus procesos para garantizar los problemas morales y geosociales que puede acarrear la donación de esperma.

El donante, debe someterse a rigurosas pruebas que incluyen test sicológicos, físicos y clínicos para comprobar la viabilidad del candidato y el estado genético del cuál es portador.

La calidad del esperma se evalúa en el candidato antes de aceptarse como donante adscrito a una clínica de fertilidad, mediante una muestra que evalúan especialistas en reproducción bajo una prueba denominada espermiograma. La cantidad no está relacionada con calidad, y dado que la inseminación artificial es tan específica, no se requiere cantidad sino espermatozoides con una adecuada morfología, motilidad y viabilidad para soportar condiciones de almacenamiento.

Una vez realizadas estas pruebas se procede a realizar una evaluación cromosómica para determinar que los cromosomas contenidos en las células espermáticas presenten una secuencia genómica sin anomalías, que pueda resultar en niños con enfermedades de origen genético.

Los resultados de estas pruebas y otras de igual importancia como los test clínicos, físicos y sicológicos aportan la evidencia necesaria para que un grupo de médicos expertos permita la autorización de un candidato como donante adscrito.

Pero las exigencias siguen en aumento. Los candidatos no pueden tener hábitos poco saludables como el consumo de alcohol y tabaco y además deben presentarse regularmente a la clínica de fertilidad a la cual están vinculados. También renuncian a su derecho de paternidad del hijo o hijos que se puedan concebir con su material genético.

Por último, la muestra de semen analizada y aprobada para la inseminación, se somete a un cursograma analítico que permite reconocer exactamente el curso responsable de la muestra que en muchos casos se envía a otra ciudad o hasta otro país, para garantizar que los hijos concebidos no estén en la misma área geográfica para evadir posibles “incestos accidentales”.

La paternidad donada no es tan fácil como parece y la ciencia ha mejorado sus técnicas y usos para llevar a cabo el objetivo principal. La concepción de hijos en parejas que fisiológicamente tienen impedimentos para hacerlo de forma natural.

Y usted, ¿estaría dispuesto a donar su paternidad?