Aunque en un principio se había hablado del 1 de marzo, este lunes se conocerá si se puede mover esa fecha por unos días. Mañana se reunirá la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final para definir cómo se superará la demora presentada en el proceso de dejación de armas de la guerrilla.
El primero de marzo, las Farc deberían comunicarle a las Naciones Unidas las coordenadas de los depósitos en donde guardan el armamento inestable, esto quiere decir: minas, tatucos y otros explosivos incluyendo las armas de detonación.
El acuerdo de paz supone que el componente internacional en cabeza de la ONU, recibiría en los primeros 60 días el armamento hechizo y los explosivos y el mecanismo internacional rendiría cuentas a la opinión pública. Las FARC, por su parte, tendrían 180 días calendario para que la ONU reciba, por fases, la totalidad de su armamento.
Sin embargo, este parágrafo, que es bastante detallado, no es del todo claro por los confusos mensajes entre el Gobierno y las Farc sobre el particular, que se tendrá que precisar en la reunión tripartita.
Debido al retraso que han presentado la entrega de las zonas veredales transitorias, voceros de la guerrilla enviaron una carta a Jean Arnault, representante del Secretario General de Naciones Unidas para el proceso de paz, en la que se preguntaban lo siguiente: “Si no están terminadas las zonas, ¿dónde se piensa ubicar los contenedores? Pareciera haber más preocupación en el Gobierno por la ubicación de las armas que por la ubicación de la gente”.
En ese mismo comunicado las Farc plantearon como una necesidad “urgente” la reprogramación del cronograma del proceso de dejación de armas.
Sin embargo, el Gobierno respondió con severidad y aseguró que no se modificará el cronograma. Según lo planteado en el acuerdo de paz, el 31 de mayo las Farc tendrán que haber dejado la totalidad de su armamento en manos de las Naciones Unidas.
Lo único cierto es que la fecha de cumplimiento de la primera fase tendrá una variación mínima debido a temas logísticos, como la llegada de los contenedores, en donde las Naciones Unidas recogerán las armas