Los migrantes venezolanos a su paso por Colombia están expuestos a extorsiones y reclutamiento por parte de diversos grupos armados, mientras que las mujeres tienen un riesgo mayor puesto que también pueden ser víctimas de violencia sexual, informó este jueves el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
En una rueda de prensa en la que se presentó el balance anual en Colombia, el jefe de la delegación del CICR en el país, Christoph Harnisch, explicó que los migrantes venezolanos que recorren el país tienen “graves riesgos para sus vidas” por las condiciones “muy difíciles” en que lo atraviesan.
Según datos de la ONU, cerca de tres millones de venezolanos han abandonado su país, muchos de los cuales han atravesado Colombia para continuar su camino hacia otros países de Suramérica.
Los más humildes entre esos venezolanos han atravesado Colombia a pie al no poder pagar un pasaje de autobús o avión y para ello cruzan por algunas de las regiones más afectadas por el conflicto interno.
Además, según Migración Colombia, casi 1,2 millones de venezolanos se han asentado en el país y unos 35.000 cruzaban diariamente su frontera antes de que fuera cerrada, algunos para comprar bienes de primera necesidad y otros para iniciar una nueva vida.
Harnisch explicó que en 2018 “el fenómeno se ha amplificado muchísimo” y han visto como los venezolanos sufren “además de la dificultad de dejar un país” el “no saber a dónde pueden ir”.
Sin embargo, detalló que no se han enfocado en el caso “por razones del mandato” que tienen en Colombia, si bien al pasar por zonas afectadas por el conflicto están en contacto con ellos, como en el Catatumbo, una región selvática y fronterizo.
En esa zona, según mencionó, están muy “expuestos a extorsión, homicidios selectivos, reclutamiento en las filas de los grupos armados” y subrayó que están “expuestas particularmente las mujeres a la violencia sexual”.
Sin embargo, consideró que se necesita “mucha más información documentada”, puesto que no se cuenta con cifras exactas.
Por eso, Harnisch afirmó que entre sus propósitos para 2019 está tener una mayor presencia en las zonas de frontera con Ecuador y Venezuela para así “documentar mejor los casos” y conocer de primera mano “cuál es la oferta institucional” a la que pueden acceder.
En este sentido, hizo hincapié en que “en términos humanos” los que más impacto tienen entre los migrantes son los llamados “caminantes”, aquellos venezolanos que atraviesan Colombia a pie.
Estos hombres y mujeres, habitualmente jóvenes, caminan 30 a 40 kilometros cada día y “ni siquiera tienen zapatos” adecuados ni hay “albergues que funcionen”.
Frente a esta situación explicó que en 2018 “hubo muchas demostraciones de solidaridad” por parte de los ciudadanos colombianos que ayudaban a los “caminantes”.
“El CICR no es una organización de referencia en tema de migrantes, lo que queremos hacer en las zonas donde hay conflictos es ver cuáles son las afectaciones par los migrantes, esta es nuestra prioridad”, concluyó.
Pese a esa “respuesta muy generosa”, el jefe de la delegación del CICR agregó que “se necesita más estructura y estrategia a más largo plazo”.
Con información de EFE