“Había que estudiar a cada rival, tirar de experiencia, casi de vejez. Saber sufrir y jugarse el pellejo en la bajada”: explicó Ruben Plaza tras su triunfo en la etapa de 201 km entre Bourg-de-Péage y Gap. Quintana sigue de segundo y se vienen las etapas de alta montaña.
Diez años han pasado entre la primera victoria en una gran vuelta de Rubén Plaza y la última, en su caso la segunda. La primera fue una contrarreloj individual que acabó en Alcalá de Henares en la Vuelta a España 2005; la segunda, tras culminar de manera brillante una numerosa escapada en el Tour de Francia camino de Gap. Entre uno y otro triunfo hay una década en la que el ciclista de Ibi ha pasado de promesa a veterano en una lucha contra las sospechas de un dopaje que él siempre ha negado.
En el año 2006, Plaza fue uno de los líderes de la protesta que llevaron a cabo los ciclistas en la prueba en ruta el Campeonato de España. Los corredoresdecidieron plantarse nada más darse la salida y no hubo carrera; el palmarés quedó desierto. La razón del plante fue la publicación en El País de parte del sumario de la Operación Puerto, que había estallado el mes anterior, cuando las investigaciones culminaron con la detención, entre otros, de Eufemiano Fuentes y Manolo Saiz. La Guardia Civil identificó a 58 ciclistas como clientes de la trama, algunos de ellos nombres importantes del pelotón español. Uno de los identificados era Rubén Plaza, que corría en el Comunitat Valenciana.
Por aquel entonces, Plaza era uno de los corredores con más futuro del ciclismo español. Había sido quinto en la Vuelta a España de 2005 y cuarto en la contrarreloj del Mundial de ese mismo año. Pero su carrera se frenó por la operación antidopaje más famosa que ha habido en España. Fue absuelto por el juez que llevaba el caso y no fue sancionado ni por la Real Federación Española de Ciclismo ni por la Unión Ciclista Internacional, pero, según él, pagó un precio muy alto. “La Operación Puerto arruinó mi carrera”, dijo en 2010 en una entrevista a Cyclingnews. Su ADN nunca fue cotejado con la sangre de las bolsas incautadas en la Operación Puerto.
Tras el escándalo no corrió la Vuelta a España ni el Mundial y estuvo ocho meses parado. Al año siguiente, en 2007, reapareció en la Vuelta a La Rioja y la ganó. Fue su único triunfo con el Caisse d’Épargne (actual Movistar), en el que sólo estuvo un año antes de marcharse a equipos de Portugal por no tener ofertas en España. Plaza se quejó varias veces del trato recibido y denunció la diferencia de trato entre unos (Valverde, Contador) y otros. “Las cosas se van calmando, pero los cadáveres ya están en la fosa. Quizás era eso lo que buscaban, que los cadáveres quedaran ahí muertos y los que se han podido salvar se hayan olvidado de todo y hacer borrón y cuenta nueva. Quién pasara el corte, podía continuar, y los que no lo hemos hecho, tenemos que seguir esperando. Es la triste realidad”, contaba a Ciclismo a fondo en 2009.
Plaza pasó parte de su plenitud como ciclista en el Benfica y el Liberty Seguros, dos equipos portugueses de segunda fila, esperando a volver a un equipo español. Durante ese tiempo ganó alguna carrera y fue convocado por Paco Antequera para la contrarreloj del Mundial de 2008, en una decisión polémica. En Varese consiguió un muy mal resultado (32º). En 2009 se proclamó campeón de España de ruta por segunda vez y en 2010 volvió a un equipo español, el mismo en el que había corrido en 2007. Allí estuvo hasta el año pasado, con el 10º en el Tour de 2010 como mejor resultado en una gran vuelta.
La vejez le echa una mano camino de Gap
A final de 2014 finalizó su relación con la estructura de Eusebio Unzué y fichó por el Lampre-Merida, equipo con el que llegaba al Tour con el objetivo de trabajar para Rui Costa. Pero el abandono del portugués, explicaba en la meta de Gap, cambió los planes. Tras varios días intentando meterse en la escapada buena, este lunes lo consiguió. “Conocía la subida de 2013, sabía que los primeros kilómetros eran los más duros y que el viento iba de cara. He dejado que se movieran otros y cuando he atacado la única táctica era sufrir hasta meta”, explicó.
“Había que estudiar a cada rival, tirar de experiencia, casi de vejez. Saber sufrir y jugarse el pellejo en la bajada”, comentó. Con 35 años, tras 15 como profesional, Plaza ha conseguido la victoria más importante de su carrera. La de Gap es su primera etapa en el Tour de Francia, la tercera de la presente edición para un ciclista español. Las otras dos las ha ganado Joaquim Rodríguez, de 36 años.