"Evo me sacó ‘canas verdes'": Cala

Ismael Cala, presentador cubano de entrevistas en CNN, habló con Confidencial Colombia sobre su nuevo libro “El Poder de Escuchar”, el proceso de paz y su relación con Cuba.

¿Qué lo animó a salir de Cuba a sus 28 años y a continuar su carrera como periodista?

Fue un sentimiento de explorar el mundo, de conquistar otros horizontes. Yo crecí y no tuve la oportunidad de muchos jóvenes latinoamericanos de tomar una mochila al hombro y salir a conocer diferentes partes del mundo. Queriendo conocer más de las aguas que bañan a mí tierra decidí salir de Cuba a Toronto (Canadá).


¿Cómo es su relación en estos momentos con Cuba?

Fui en el 2001 y en ese año si pude entrar 15 días, estuve con mi familia, pero estaba temeroso que ocurrieran accidentes arbitrarios, ya que, el gobierno en 1998 me declaró como desertor. En el 2012 voy de nuevo y ahí es donde no me dejan entrar. Fue un día muy triste, me sentí humillado con ese reclamo de que era sospechoso; la inspección de las maletas fue muy desagradable, como si fuera un narcotraficante, un delincuente o un terrorista. Después de ese día me dije que no volvería porque no quería someterme a una humillación semejante en mi propio país (…) mi relación con Cuba no existe, mi pasaporte está vencido.


El reciente lanzamiento de su libro “El Poder de Escuchar” trata el tema del ego ¿Cómo lo ha manejado durante su carrera profesional?

Me ha tocado trabajarlo desde toda la vida porque yo comencé a entender desde una edad muy temprana qué era el ego. Desde los ocho años trabajaba haciendo radio y ahí empezó a crearse. El ego es parte de nuestra vida y de lo que somos. No es malo ni bueno tenerlo, es el uso y el manejo lo que hace que sea peligroso.

Hasta hace 15 años cuando salí de Cuba no había manejado lo suficiente el tema, hasta que determiné que iba a estudiar más la inteligencia emocional, espiritualidad y a buscar respuestas sobre qué son los seres humanos en esencia, no por lo que hacemos ni por las etiquetas que la sociedad impone para darnos a conocer, sino por eso especial que todos tenemos. Y ahora, te puedo decir que en los últimos años esa batalla con el ego ha sido mantenerlo saludable y entender que no eres especial por encima de otras personas. Que un trabajo de reconocimiento público es tan válido como el que trabaja detrás de bambalinas.


¿Cómo llegó a CNN?

Fue en el 2001 cuando necesitaba pasantías en un canal de televisión y gracias a un excompañero de estudio que trabajaba para CNN las pude obtener. Me convertí en el corresponsal de Toronto (Canadá), cubrí la visita del Papa II en el 2002, y en el 2003 me mudé Miami no solo como corresponsal, sino como presentador sustituto con Patricia Janiot y Claudia Palacios (…) en el 2010 surge la oportunidad de hacer Cala como programa de entrevistas.


¿Qué características debe tener un entrevistador?

A pesar de que pudiera dar consejos de técnicas puedo decir que más allá de eso, lo que debe tener un entrevistador es sentido común, tacto y un interés en escuchar al entrevistado, de que el entrevistado sea protagonista y no nuestra agenda de preguntas.


¿Cuál ha sido ese personaje que le ha costado más entrevistar?

Me sacó ‘canas verdes’ Evo Morales, fue una entrevista muy tensa, fue un ambiente de hostilidad. Ese no es el propósito del programa, no es mi estilo y no es el ambiente que busco con los entrevistados, pero pasó y cómo dice la canción “lo que pasó pasó”, yo no me siento orgulloso de ese tipo de entrevistas.


¿Cómo le fue con el expresidente Álvaro Uribe?

Con Álvaro Uribe hubo tres entrevistas en tres momentos diferentes. Con él siempre es interesante conversar, es un hombre con una fuerza en la oratoria, un manejo de la comunicación excelente y es muy estudiado capaz de dominar al entrevistador. Es un gran reto enfrentarse a un mandatario o un político estratega de la talla de Uribe.


¿Cómo ve los procesos de paz?

Como cubano te digo que lo que más quisiera es que se firmara ese acuerdo histórico en La Habana. Le preguntaba al presidente Juan Manuel Santos, sobre el proceso y él me decía “el dialogo, Ismael es la única manera de encontrar la paz”, y estoy de acuerdo con esto. Colombia no puede perder la esperanza de que se termine la guerra. Entonces por qué negarnos a esa opción de lograr la paz.


¿Qué diferencias y similitudes le encontró a Álvaro Uribe y a Juan Manuel Santos?

Uribe es un gladiador, es un guerrero, es un combatiente cómo él se define; Juan Manuel Santos es un político de carrera, ahí está la diferencia, finalmente, son dos políticos que quieren luchar por su país desde diferentes puntos de vista.