Finalizó en Tibú el IV Encuentro de Zonas de Reserva Campesina. Cerca de 10 mil campesinos se dieron en la ciudad nortesantandereana. El evento estuvo marcado por el buen comportamiento de los asistentes.
La Ley 160 de 1994 consagra las Zonas de Reserva Campesina como una figura vital para el desarrollo agrario y rural del país. Alrededor de esta figura es que se han llevado a cabo cuatro encuentros organizados por la Asociación de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc) para definir el futuro de esta figura que ha sido acogida por varios sectores sociales con la misma vehemencia con que ha sido criticada por tantos otros.
El eje temático de esta versión giró alrededor de la Interculturalidad y los derechos campesinos. Así mismo lo que se buscó fue fortalecer la propuesta programática que se había enviado desde el pasado encuentro a la Mesa de Diálogos de La Habana. Esto lo hicieron planteando una agenda transversal que a través de la interculturalidad permita cohesionar los procesos sociales alrededor de las zonas de reserva campesina.
En 35 mesas de discusión se presentaron las ponencias y se debatieron para, luego, ser presentadas en un foro que agrupaba cada cuatro mesas. El encuentro sirvió como sitio de encuentro para que más de 7000 campesinos de todo al país, así como cerca de tres mil invitados más, pudieran plantear los retos que exige la implementación del modelo de zonas de reserva campesina.
Las dificultades en torno a estas figuras de desarrollo rural han sido una constante ya que los señalamientos de varios sectores alrededor de la “posibilidad” de que se conviertan en repúblicas independientes, o refugio del narcoterrorismo se han hecho sin pausa. Después de que durante los dos periodos del expresidente Uribe, fuera frenada la implementación del modelo, desde 2010 se reactivó la iniciativa gubernamental de crear y formalizar cerca de 35 de estas zonas en todo el país.
En Tibú, donde se llevó a cabo el cuarto encuentro, la Zona de Reserva Campesina del Catatumbo ha estado en veremos desde que fuera pactada su implementación al final de paro campesino del pasado 2013. Sumado a la demora estatal existe una controversia por cuenta de la exigencia de un sector de la comunidad indígena, motilón-barí de realizar consulta previa para esta zona de reserva. Según los indígenas el encuentro no es el espacio para hacer ese tipo de consultas.
Sin embargo, voceros de la Onic y de otro sector de la misma comunidad indígena hicieron presencia en el acto inaugural del encuentro. Mientras, una tutela presentada por los motilón-barí continúa su trámite los campesinos reunidos en Tibú declararon la zona de reserva campesina de hecho del Catatumbo. Esto implica que los campesinos implementan la figura de cara a la opinión pública y al gobierno en espera de la formalización de la misma se acelere.
Contrario a lo que ciertas versiones señalaban, el encuentro se desarrolló en perfecta calma y contó con un dispositivo logístico que permitió subsanar problemas como el de la acomodación de dos mil personas en la sede del Idema.
En este sitio se encontraban acantonados varios efectivos policiales que tenían la misión de proteger el aeropuerto de Tibú. Sin embargo, los disturbios que se decían iban a ocurrir y que generaron la movilización de cerca de cinco mil efectivos de la fuerza pública, entre policía, ejército y Esmad, no tuvieron lugar.
La clausura contó con la presencia de César Jerez, coordinador de Anzorc, que leyó la declaración política del encuentro. Acto seguido la fiesta se encendió por cuenta de varios actos culturales que sirvieron para distender a los campesinos que trabajaron sin parar desde el pasado viernes 19 de septiembre.
Las 54 organizaciones que se hicieron presentes en este encuentro retornarán este domingo 21 a sus lugres de origen mientras que el proyecto de las Zonas de Reserva Campesina continúa un inexorable tránsito hacia su consolidación por cuenta de la acción política de los campesinos.
