En la nueva cinta de Antonio Dorado, Kathy Sáenz le da vida a una ex reina aprisionada en un mundo de lujo, apariencias y crimen y que encuentra en la joven amante de su marido, una escapatoria. Su personaje refleja una época que no resulta lejana para esta actriz. Amores Peligrosos se estrena en las salas del país este viernes 11 de octubre.
Aunque no participó en El Rey, la primera parte de la trilogía basada en la premisa La ambición destruye, del director Antonio Dorado, Kathy Sáenz la vio antes de involucrarse en el proyecto de Amores Peligrosos y eso le permite asegurar que esta segunda parte no se trata de otra película de narcos, como podría pensar cualquier desprevenido.
Es evidente que la historia está rodeada de ese universo que plantea, de mafia y criminalidad de finales de los años 80, cuando los carteles de la droga se trenzaban en una lucha sin cuartel y Cali se volvió escenario de la demencia, pero la actriz ve la película más como un tema de relaciones humanas y de las pasiones que nos mueven a todos.
“Si uno lo sacara de contexto y se refiriera sólo a la relación de Carolina con Sofía, cómo se enamora de ella y sostienen una relación, eso es algo que podría ocurrir en Cali o en otro lugar, en la época del narcotráfico o no. O sea, la historia de Amores Peligrosos podría cuadrar en cualquier otro nivel”, explica.
Desde esa óptica Kathy asegura que su papel de ‘Carolina’ encaja más en una historia de amor que puede ocurrir en cualquier lugar o circunstancia, pero que muestra lo que ocurre cuando se está inmerso en un mundo tan ficticio como el que construye el narcotráfico.
“Es como estar en una burbuja muy salida de la realidad, tocada por el dinero, la rumba, la droga y todo lo que se mueve alrededor de ese ambiente. En esa misma medida los vacíos que hay dentro de uno son muy grandes como persona, como mujer, como ser humano, como esposa e integrante de una familia”.
A su modo de ver esos vacíos son los que impulsan a tratar de llenar la vida con lujos, fiestas y pasiones hacia otras personas, es la búsqueda del amor en otros lugares, escenario en el que se mueve ‘Carolina’, su personaje.
“Ella busca siempre llenar esos vacíos tan profundos que tiene y en esa búsqueda aparece Sofía, una mujer que le resulta tan fascinante, bella, pura y tan ella misma, que la transporta a otro mundo de ingenuidad y candor del cual Carolina quiere hacer parte, más allá de que esa persona sea mujer o sea hombre”.
Empaparse de su personaje llevó a Kathy Sáenz a sumergirse durante varios días estudiando y hablando acerca de los personajes de la película con el director, luego de lo cual viajó a Cali a entrevistarse con una mujer que para ella podía ser un referente de ‘Carolina’.
“Ella estuvo casada con un señor que perteneció al Cartel de Cali y tenía mucho ese perfil. Estuvimos cuatro días hablando durante horas, mirando su casa y entendiendo ese mundo y cómo se manejaba en él y viendo muchas fotos para introducirme en esa época, en lo que se vivía y en cómo eran las relaciones que buscaban esos hombres del Cartel, porqué siempre elegían mujeres muy finas y elegantes, que tenían una posición social”.
Cali era el lugar donde podía palpar todo eso, pero también habló con el coguionista de la cinta, Umberto Valverde, quien además escribió el libro original y conoce perfectamente ese mundo complicado del Cartel de Cali a través de su novela y de toda la vivencia que tiene de su ciudad en esos momentos tan difíciles.
Para Kathy resultó un proceso concentrado y directo después de lo cual regresó a Bogotá a trabajar con Dorado y finalmente empezar a ensayar durante días y horas con Juanita Arias y Marlo Moreno. “No teníamos mucho tiempo ni recursos, así que el poco tiempo que podíamos hacerlo trabajábamos con todo”.
Aparte de la historia de amor que refiere, la violencia desatada en la ciudad por el Cartel es una página que la mayoría vivió a través de las noticias, pero para Kathy fue una experiencia muy cercana que le ayudó a aportarle a su personaje.
“Yo sí lo reviví un poco en la película porque fui reina, como ‘Carolina’, y me tocó la época del narcotráfico. Donde iba se podía palpar la presencia de los Carteles, hubo momentos en que no sabíamos si se iba a hacer la segunda salida en traje de baño en un desfile porque ese día allí había mucha gente de la mafia”, cuenta Kathy, que durante el reinado estuvo en Cali y se sabía que una de las casetas tradicionales de la ciudad era manejada por los Rodríguez Orejuela.
En el set con Juanita y Marlon
El trabajo con Marlon Moreno y Juanita Arias resultó gratificante para Kathy quien ya se conocía con el actor pero no había compartido con la actriz, con la que debía realizar unas escenas muy eróticas que de entrada podrían plantear un reto para cualquiera, en especial para alguien que está empezando en el cine como Juanita.
Sin embargo la sorprendió su profesionalismo que ayudó a que todo fluyera bien entre las dos. “La vi muy bien, porque aunque es joven es una actriz que se ha preparado y que estudia en Nueva York y ya cuenta con alguna experiencia. Me parece que Juanita transmite esa pureza, candor y alegría que requería el personaje y con el desparpajo e ingenuidad de quien simplemente quiere vivir y gozar la vida sin medir las consecuencias”.
En cuanto a Marlon Moreno, son muy amigos y califica como ‘delicioso’ trabajar a su lado por su entrega en el trabajo, lo cual crea un ambiente que le facilita concentrarse. “Hace que estés embebido en ese momento, en esa época y situación. Como actor él te propicia poder estar allí metida por completo”.
Esto permitió que la relación de ‘Carolina’ y ‘Fernando’ fuera creíble y se pudiera reflejar a las claras un matrimonio sustentado por unas estructuras muy endebles, pero que está ahí y es así, a pesar de lo irreal que parece todo lo que lo rodea.