Expresidentes latinoamericanos contra las cuerdas por corrupción

El caso Odebrecht ya cercó al expresidente peruano Alejandro Toledo acusado por el Ministerio Público por supuestas coimas a Toledo por 20 millones de dólares. Su nombre además, aparece en la investigación Lava Jato, por la que se tiene previsto llamar a declarar a los también ex presidentes Alan García y Ollanta Humala. Serían por lo menos ocho ex jefes de Estado latinoamericanos que están en la mira por malversación de fondos públicos.

Las autoridades peruanas allanaron el sábado la casa del ex presidente Alejandro Toledo, a quien investigan por presuntamente recibir sobornos de la constructora brasileña Odebrecht para permitir la construcción de carreteras que unen a Perú con Brasil.

Se trata del más reciente caso de corrupción donde se ve implicada la empresa brasileña y a funcionarios de varios países latinoamericanos. Sin embargo, si se habla de corrupción, hay muchos jefes de Estado del cono sur que están contra las cuerdas.

Luiz Inácio Lula da Silva fue presidente de Brasil desde el 1 de enero de 2003 hasta el 31 de diciembre de 2010. El líder del Partido de los Trabajadores está acusado formalmente, junto con su esposa (quien falleció este sábado), por el escándalo de corrupción conocido como “Petrolao” o “Lava jato”.

Incluso, en marzo del año pasado, Lula fue arrestado por unas horas y una de sus propiedades fue allanada como parte de las investigaciones que se realizaban meses atrás por sobornos a funcionarios de parte de las principales constructoras del país para conseguir contratos con la petrolera Petrobras. Además habría recibido alrededor de 8 millones de dólares entre pagos por conferencias, viajes y regalos.

Los Da Silva dijeron que las acusaciones contra ellos tenían motivaciones políticas y buscaban impedir que Lula vuelva a optar a la presidencia en las elecciones de 2018.

Cristina Fernández de Kirchner, ex mandataria argentina entre el 2007 y 2015, fue imputada en febrero del 2016 por el juez Claudio Bonadio por la llamada “venta de dólar futuro”.

La acusación es puntualmente por “defraudación contra la administración pública” por haber perjudicado de forma deliberada al Estado.

Por el mismo caso, en abril del año pasado fue detenido el empresario Lázaro Báez, socio y amigo íntimo de los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner, y su hijo Máximo. Báez, era un ex empleado bancario que se hizo multimillonario durante los años kirchneristas y fue acusado de montar un esquema de lavado de dinero. Algunos lo llamarían “testaferro de los Kirchner”.

Durante el mismo año, fueron allanados varios hoteles de la familia de la ex jefa de Estado, por nuevos casos de lavado con su firma hotelera “Los Sauces“.

Rafael Callejas, ex presidente de Honduras desde 1990 a 1994 y máximo dirigente de fútbol de ese país entre 2002 y 2015, se declaró culpable de varios delitos en el marco de las investigaciones sobre la corrupción dentro de la FIFA.

Él mismo reconoció haber cometido actos de corrupción mientras fue titular de la Federación de Fútbol de Honduras pero también fue señalado por manejos turbios en el período en que fue presidente de su país. Por esto último, fue acusado en siete casos de abuso de poder y malversación de fondos públicos.

Otto Pérez Molina, lideró Guatemala desde el 14 de enero de 2012 hasta el 2 de septiembre de 2015. Pocos días antes de su renuncia, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio Público enviaron una orden de captura contra su ex vicepresidente, Roxana Baldetti, y una solicitud de juicio contra él.

El ex jefe de Estado está desde septiembre del 2016 en prisión preventiva por los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera. El Ministerio Público lo acusa de ser el líder del “Caso La Línea”, un defraudo al Estado en más de 3,5 millones de dólares a través de la entrada de mercancías en las aduanas.

A Mauricio Funes, de El Salvador, junto con el también expresidente Elías Antonio Saca, están más que implicados en estos temas.

Funes, asilado en Nicaragua, declaró desde la Embajada de El Salvador con sede en ese país, en el juicio por presunto enriquecimiento ilícito por 728 mil 329 dólares. Incluso, esta semana, el brasileño Joao Santana que comandó la campaña publicitaria del expresidente Mauricio Funes en El Salvador, fue condenado a 8 años de prisión en su país luego de ser enjuiciado por actos de corrupción relacionados con ‘Lava Jato’.

Por su parte, Elías Saca, es investigado por lavado de dinero y de activos, falsedad material, falsedad ideológica, uso y tenencia de documentos falsos, encubrimiento, incumplimiento de deberes, malversación, tráfico de influencias, depredación de bosques y evasión de impuestos.

Alan García, compatriota de Alejandro Toledo, se vio involucrado en escándalos de corrupción que todavía están siendo investigados en la Justicia. Uno de ellos es el conocido bajo el nombre de “Petroaudios”, en el que la empresa Discover Petroleum International ganó la explotación de cinco lotes petroleros de manera irregular en 2008.

Pero, otro hecho de corrupción bajo la gestión del mandatario está vinculado al Metro de Lima. La empresa Odebrecht, lideró el consorcio que se encargó del tren eléctrico en Perú, una de las obras principales de la gestión de Alan García.

El presidente García aprobó un sistema legal excepcional que le permitió a Odebrecht y su socia Graña y Montero incrementar en más de 400 millones de dólares el costo de los tramos 1 y 2 de la Línea 1 del tren.

Con los escándalos que siguen surgiendo, ¿quiénes se sumarán a la lista de implicados?