Mónaco y Dortmund son dos equipos acostumbrados a vivir bajo la sombra de su enemigo directo en la liga local. Tanto uno como otro han protagonizado campañas de rebeldía, pero en los últimos tiempos han sido devorados por su eterno rival. En algunos hasta de forma literal, ya que ni siquiera tienen capacidad para impedir que le roben a sus mejores figuras. Bajo este yugo dictatorial se han visto a obligados a buscar diamantes por pulir en el mercado y convertirlos en joyas de la más alta orfebrería. La apuesta por el jugador joven y barato para luego venderla a precios top como idea de trabajo. Mañana, en el Iduna Park se pondrán a prueba en la ida de los cuartos de final de Champions League dos de las mejores escuelas de jóvenes de Europa.
Dos estilos similares, equipos que solo saben interpretar el fútbol a altas revoluciones. No entienden de especulaciones ni gustan de administrar el resultado. Solo saben ir al ataque y su único marcha es la quinta velocidad a la meta contraria. De ahí que cuando falle su estructura, se caiga como un castillo de naipes y acaben goleados. A los franceses les ha sucedido esto último menos que a los alemanes. Pero contra el City en la ida y contra el PSG en la final de Copa, evidenciaron que aún le falta algo de cocción al caldo.
Son un grupo joven, plagado de nuevas promesas que darán que hablar en los próximos años, pero necesitan a su líder en el campo. El jerarca de la experiencia. Falcao regresa para guiar el rebaño de que está revolucionando este año los estamentos europeos. “El regreso de Falcao es importante, aporta calidad y experiencia“, reconocía hoy su técnico, Jardim, confirmando su presencia mañana. Falcao estará al mando de los Mbappé, Lemar, Bernardo Silva, Fabinho, Bakayoko y Mendy. Una camada de nuevas figuras que no pretenden conformarse con haber salido ya en las portadas de Europa, quieren la gloria. Y tienen la frescura del que llega nuevo al patio.
Enfrente tendrán a su homólogo en Alemania. El Dortmund de Thomas Tuchel ha sabido heredar el fútbol vertiginoso de la etapa Klopp. El libreto no ha cambiado, presión alta para apretar la corbata al rival y salida a toda velocidad cuando tienen espacios por delante. Tienen a uno de los delanteros más en forma del presente año, Aubameyang, perfecta pareja de baile de Reus como en su día lo fue Lewandowski. Además cuentan con dos de las apariciones más frescas en el panorama fútbol de los últimos tiempos. Dembelé y Pulisic, dos artistas que siempre guardan un conejo en la chistera.
El duelo enfrentará a dos de los mejores pistoleros de Europa, Falcao y Aubameyang, y dos equipos que no se guardarán nada sobre el césped del Iduna Park. Por cartel será fácilmente el de menor reclamo, pero si es amante del fútbol desenfrenado y rebelde, este será su partido.
