Este martes 5 de agosto finalizó en Cali el Foro Nacional de Víctimas, tres días de tensiones, dificultades en el avance y no pocos inconvenientes. 1600 víctimas del conflicto armado, procedentes de distintas regiones del país presentaron más de 4000 propuestas que serán sistematizadas para ser llevadas a la Mesa de La Habana, en este espacio propiciado por la Universidad Nacional y la ONU.
Los organizadores tendrán que pasarle la proposiciones de las conclusiones a los garantes, que son los países amigos y ellos son los encargados de llevar a la mesa de negociación las propuestas de las víctimas; serán escogidas 60 víctimas que irán en 5 ciclos, de 12 personas cada ciclo, para iniciar la discusión del punto cuarto de la agenda.
Pero el resultado final al cierre del Foro es agridulce. Paula Gaviria, directora de la Unidad de Víctimas, piensa que el foro tuvo un “balance positivo”: “Las víctimas una vez más nos demostraron que la paz hay que hacerla con ellas; era predecible y normal que después de tantos años sin ser escuchadas haya diferencias. Los foros son una buena experiencia, eso responde a la gestión que se ha hecho en este gobierno con las víctimas”.
Sin embargo, algunas víctimas no sintieron que sus casos estuvieran representados como lo manifestó Rosa Amelia Hernández, representante de las negritudes que han sufrido la guerra. “Hay mucho desconcierto y (el Foro) no llena las expectativas”.
Rosa estuvo en la mesa 21 con 67 víctimas reconocidas por el Ministerio del Interior como comunidad negra; allí presentaron sus propuestas, pero, como ella misma dice, tienen “temor de que estas proposiciones no lleguen a la mesa de negociación entre las Farc y el gobierno, y que los delegados que sean escogidos para estar en La Habana discutiendo el punto cuarto de la agenda no sean víctimas”.
Por su parte Carlos Lozano, director del semanarioVoz y miembro de la Junta Patriótica del Movimiento Marcha Patriótica, quien también participó en el foro, manifestó que “fue un éxito que se haya podido realizar a pesar de los intentos de saboteo de algunos militares en retiro y de toda la extrema derecha”.
“Hay bastantes propuestas sobre el tema de victimas para reconocerlas; hubo un respaldo para la comisión que va a estudiarlas. También hubo preocupación por disminuir la intensidad del conflicto, la mayoría de las comisiones y de las organizaciones que estaban presentes apoyaron la tregua y el cese bilateral”, dijo Lozano.
Uno de los debates más álgidos que se presentó es si los militares y policías que fueron secuestrados en medio del combate deben ser considerados víctimas del conflicto armado o prisioneros de guerra. En este punto las Farc plantean que los militares y policías pueden tener calidad de victimas siempre y cuando los guerrilleros que están privados de la libertad también reciban ese reconocimiento. A la luz del Derecho Internacional Humanitario, los dos son combatientes, por tanto una decisión definitiva en este sentido tendría que cobijarlos, o excluirlos, a los dos.