Hijas de Putin. María y Ekaterina. Apenas se sabía algo de ellas hasta hace unas semanas. Son las dos hijas del presidente Vladimir Putin. El misterio y silencio ha rodeado la vida de estas dos treinteañeras de las que se sabía muy poco por exceso celo del propio Kremlin.
María tiene 36 años, es biología y doctora de profesión. Habla 5 idiomas y está especializada en endocrinóloga pediátrica y el estudio de los efectos hormonales. Ha concedido varias entrevistas en televisión (sin desvelar que era la hija de Putin). Actualmente, según informa EFE, María Vorontsova es accionista de la compañía Nomeko (Nueva Compañía Médica), que se dedica a la construcción de instalaciones médicas, incluido un centro oncológico en San Petersburgo.
Se sabe que en 2013, se casó con el empresario holandés Yorritt Fassen, que se instaló en 2006 en Rusia para trabajar en el consorcio gasístico Gazprom, aunque ese matrimonio ya se terminó después de vivir en un lujoso penthouse en Ámsterdam. María dirige programas financiados por el Gobierno ruso que han recibido miles de millones de euros del Kremlin para la investigación genética y son supervisados personalmente por Putin, movito por el que el Departamento del Tesoro de EEUU anunció en las últimas horas sanciones por la invasión en Ucrania.
Secretismo en las hijas de Putin
Ekaterina, la manor, tiene 35 años. También nació en Dresde (Alemania) en 1986, cuando Putin trabajaba como espía de la KGB en la antigua RDA. Usa el apellido Tikhonova, de su abuela materna, estudió en la Universidad Estatal de San Petersburgo y la Universidad EstataKaterl de Moscú y tiene una maestría en física y matemáticas, según infomró el diario británico The Guardian. Desde hace varios años, ejerce como directora del Centro Nacional de Reserva Intelectual, conocido como Innopraktica.
Una de sus aficiones fue la culpable de que a Katerina se le pusiera cara internacionalmente. Su pasión por el baile acrobático a ritmo de rock and roll le llevó a competir en 2013 en el campeonato mundial de esta especialidad celebrado en Suiza. Ella y su pareja de baile quedaron quintos. Las imágenes de la competición ayudaron a identificarla como una de las hijas de Putin.
Katerina Tikhonova se casó en 2013 con Kirill Shamalov, considerado parte de la nueva oligarquía rusa. Es el hijo menor de Nikolai Shamalov, hombre de confianza cercano de Putin, copropietario del Rossiya Bank (considerado por EEEUU como el banco de la élite del Kremlin) y vicepresidente del holding petroquímico Silbur. En 2021, una investigación de los reporteros de IStories resultó ganadora del European Press Prize. Arrojaba luz sobre los negocios del matrimonio a través de más de 10.000 correos de Shamalov filtrados por una fuente anónima, negocios valorados en más de 380 millones de dólares.
Hundido la joya de la armada rusa
Una investigación previa de Reuters en 2015 estimó que la pareja tenía participaciones corporativas por valor de más de 2.000 millones de dólares, así como una lujosa villa frente al mar valorada en cerca de 5 millones de euros en el centro turístico francés de Biarritz, que fue recientemente ocupada simbólicamente por activistas para protestar contra la invasión de Ucrania. El que fue yerno de Putin entró en 2016 en el top de mayores beneficiarios de contratos multimillonarios con el Gobierno de Rusia, ocupando el cuarto puesto
Fortuna en Forbes
En 2016, la revista Forbes publicó en su edición rusa que Shamalov entraba en el top 10 de beneficiarios de contratos estatales en Rusia, ocupando el cuarto puesto con más de 148,8 mil millones de rublos adjudicados en contratos con el Gobierno. Como ejemplo, citaba que la compañía NIPIgazpererabotka, en la que Shamalov posee el 18,6%, consiguió un contrato de 9.300 millones de euros con la empresa estatal de gas Gazprom para construir una refinería petrolera en la región de Amur, en lo que se consideró el mayor acuerdo jamás incluido en los registros de contratación pública.
Se divorciaron en 2018, pero los detalles del posible acuerdo financiero que alcanzaran en su separación no se han hecho públicos. El ex yerno de Putin vio como el Gobierno británico congelaba sus activos en el Reino Unido cuando comenzó la invasión de Ucrania y le prohibió la entrada en el país.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea ha propuesto sanciones a dos hijas del presidente ruso y congelado sus cuents, en una medida que añadiría presión sobre los familiares más cercanos del líder ruso en respuesta a la invasión de Ucrania. En la polémica investigación de los ‘Papeles de Panamá`se mostró que íntimos del círculo de Putin, como el violonchelista Sergei Roldugin, son técnicamente una de las personas más ricas del planeta, una fortuna imposible de explicar mediante sus actividades normales, lo que llevó a los investigadores a concluir que en realidad es, casi con certeza, el testaferro del presidente ruso. Se estima que en torno a Putin se manejan 3.700 sociedades opacas en paraísos fiscales vinculadas a oligarcas rusos y su fortuna (de su entorno) supera los 200.000 millones de dólares, lo que le llevaría al top 3 de ricos en el mundo, según Forbes.
Una supuesta tercera hija
En 2020, el portal de investigaciones Proekt, censurado por las autoridades rusas al año siguiente, publicó un amplio reportaje sobre la “vida secreta de Putin” y la existencia de una supuesta tercera hija del presidente ruso. Según esta investigación citada, Putin habría mantenido una relación sentimental con Svetlana Krivonóguij, quien es actualmente una de los accionistas del banco Rusia, vinculado con el entorno más cercano al jefe del Kremlin, y tendría propiedades por más de 100 millones de dólares. Fruto de dicha relación, según Proekt, habría nacido una niña en 2003 llamada Elizaveta, cuando Putin ya estaba al mando del Kremlin. El Kremlin ha negado que sea hija del presidente.