El Papa arribó al Aeropuerto Benito Juárez en donde fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa. Su Santidad se mostró feliz ante el afecto expresado por la multitud que lo aguardaba en las graderías instaladas sobre la pista de aterrizaje. Este sábado, Francisco ofrecerá su primera misa en la Basílica de Guadalupe.
A bordo del avión que lo lleva de Roma a La Habana, el Sumo Pontícife lució su sombrero de charro, uno de los regalos recibidos previo a su esperada visita a México. Ante los 75 periodistas que lo acompañan, aseguró que las películas del cómico mexicano Cantinflas le abrieron las puertas de México antes de su llegada al país.
Esto, refiriéndose a la colección de filmes que recibió esta semana, y que lo hicieron entrar como en un “túnel del tiempo”. Francisco envió un telegrama al presidente de Italia, Sergio Mattarella: “Me voy de Roma para ir a México a apoyar la misión de la Iglesia local y llevar un mensaje de esperanza”, escribió. En su cuenta oficial de Twitter: “En México miraré a los ojos de María y le suplicaré que no deje de mirarnos con misericordia.
El duodécimo viaje apostólico del Papa argentino comenzó en el Aeropuerto de Fiumicino hacia las 07 horas 45 (06 horas 45 GMT) con destino La Habana, adonde arribó hacia las 14 horas hora local.
Francisco adelantó su vuelo hacia México para poder realizar la escala en Cuba, mientras Kirill, que se encuentra ya en la isla con el presidente Raúl Castro, proseguirá luego una gira de 11 días por otros países de la región, entre ellos Brasil y Paraguay.
El presidente cubano, se desempeñó como facilitador de la reunión, la cual se concluirá tras unas dos horas con una declaración conjunta. Los líderes de las dos grandes iglesias cristianas están preocupados por la violencia del radicalismo islámico y la persecución contra los cristianos, tanto católicos como ortodoxos, en Medio Oriente; y en el norte y centro de África.
La reunión que el Vaticano trató de organizar en vano por décadas en Europa, se fraguó en gran secreto, en parte debido a las resistencias de algunos sectores del patriarcado de la Iglesia ortodoxa rusa, que representa a 130 millones de fieles sobre un total de 250 millones de ortodoxos.
El Papa prosegue su viaje a bordo del avión AZ330 de Alitalia hacia Ciudad de México, adonde llegará tras dos horas de vuelo a las 19 horas 30 hora local. Francisco será recibido por miles de personas con linternas y teléfonos celulares encendidos para establecer un récord mundial gracias a una multitudinaria “valla de luz y de oración”.
Será la séptima visita de un pontífice a México, el segundo país más católico del mundo después de Brasil, con unos 100 millones de bautizados. Llegará a un país sacudido por la violencia, donde apenas este jueves, murieron 49 presos durante un motín en Monterrey.
Con su visita de cinco días, el Papa quiere darles voz y esperanza a los migrantes, a las víctimas de las bandas criminales del narcotráfico, de los tráficos ilegales, de la corrupción, los abusos y la pobreza.
Francisco, quien pernoctará siempre en la sede de la nunciatura de Ciudad de México, decidió personalmente cada una de las etapas y rendirá homenaje a los miles de migrantes latinoamericanos, entre ellos muchos centroamericanos, los cuales atraviesan México rumbo a Estados Unidos en pos de una vida mejor.
De Ecatepec, uno de los municipios más violentos en la vasta periferia de Ciudad de México, a Morelia en Michoacán, pasando por la región de Chiapas en la frontera con Guatemala, donde nació el movimiento revolucionario zapatista, el papa tocará con la mano la realidad social de ese país. Su viaje terminará en la temida Ciudad Juárez, en la frontera con Texas, lugar azotado por la violencia y los feminicidios.