La iglesia católica lo vuelve a hacer. Tan solo tres años después de que el propio Francisco mediara con la dictadura cubana con el gobierno de los Estados Unidos, hoy el Pontífice ha sido ofrecido como “siempre que las dos partes de acuerdo” para terminar con una crisis política y humanitaria, en este caso la de Venezuela Francisco podría ser la ficha que faltaba del ajedrez internacional para terminar con la crisis.
Desde la Edad Media la Iglesia ha intervenido para limitar la violencia entre los territorios. Además, el Vaticano fue el primer Estado en organizar una representación del Papado en otros países a través de los nuncios pontificios.
No es extraño que en medio de los conflictos, el Papado se haya convertido en la última instancia de relación entre los países. Existe una especie de superación de los nacionalismos por un bien moral supremo. Además, la Iglesia no representa un poder político si no un poder simbólico lo que hace que su poder de mediación sea muy grande.
Estos han sido otros hitos políticos del Vaticano a lo largo de la historia reciente.
Caída del muro de Berlín
Es sin duda uno de los procesos más exitosos. En 1989, Juan Pablo II, con su magisterio sobre la libertad religiosa, y acompañando los procesos que se habían puesto en marcha en su Polonia con el nacimiento del primer sindicato libre en un país comunista, contribuyó a la caída de los sistemas totalitarios.
El propio líder soviético–ruso Gorbachov reconoció públicamente que la intervención de Juan Pablo II fue decisiva en los acontecimientos que culminaron, en 1989, con el derribo del muro de Berlín y con todo el sistema comunista en Europa.
Enfrentamiento Argentina-Chile
Otra disputa en la que fue necesario la intervención del Papado fue el conflicto que mantuvo a Argentina y Chile al borde de una guerra durante 1978 y 1979, por el canal de Beagle, un litigio limítrofe que consistía en la disputa por la traza oriental del canal y cuyas islas fueron motivo de discusión. El laudo arbitral pronunciado en 1977 otorgó aguas navegables en el canal Beagle a ambos países y la mayor parte de las islas y de los derechos oceánicos generados por ellas a Chile, pero el gobierno militar argentino a manos de Jorge Rafael Videla rechazó el fallo.
El conflicto llegó a su punto álgido en diciembre de 1978 cuando las Fuerzas Armadas argentinas se dispusieron a ocupar las islas en disputa, pero la intervención del Papa Juan Pablo II evitó la guerra y condujo una mediación que llevó a la firma del Tratado de Paz y Amistad el 29 de noviembre de 1984, que solucionó el conflicto tras más de dos tercios de siglo de disputa.
Nazismo
El Papado también tendió puentes a los judíos durante el régimen nazi. El Papa Pío XI fue de gran ayuda para los judíos perseguidos en los países ocupados por Hitler. Se estima que la Santa Sede, los nuncios y la Iglesia católica salvaron de la muerte de 740.000 a 850.000 judíos. Pío XI además preparó la encíclica “Con ardiente preocupación” en la que condenaba la ideología racista y pagana del III Reich.
Francisco no solamente ha trabajado por reformar las leyes y tradiciones católicas al iniciar lo que él mismo ha definido como la “humanización” de la Iglesia, sino que se ha venido convirtiendo en un actor activo y relevante en la política internacional, al punto que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho que la del papa es “una voz que el mundo debe escuchar”. ustamente el histórico acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, separados por sanciones económicas y diferencias ideológicas y políticas durante al menos seis décadas, estuvo directamente relacionado con la mediación del sumo pontífice. Tanto Obama como el líder cubano Raúl Castro admitieron en su día que el papa fue una de las claves para que hoy ambos países pudieran reabrir embajadas y levantaran el bloqueo económico de la nación norteamericana a la isla del Caribe.
El papa, además, llevó a cabo la improbable reunión entre el presidente israelí Simon Peres y el líder palestino Mahmud Abbas en el Vaticano para llevar a cabo una oración conjunta por la pacificación del Medio Oriente, que aunque no significó un paso adelante en la resolución del conflicto territorial, sí se calificó como un hecho histórico que parecía no podría darse en circunstancias distintas.