Francisco visitó la Virgen de Aparecida

El papa Francisco dejó al pueblo latinoamericano bajo la protección de la Virgen de Aparecida, la patrona de Brasil, exhortó a los fieles a no perder la esperanza y afirmó que aunque el “diablo, el mal, existe, no es el más fuerte, el más fuerte es Dios”.

El obispo de Roma también pidió a los padres y educadores que transmitan a los jóvenes los valores que les hagan artífices de un mundo más justo, solidario y fraterno.

El pontífice viajó a Aparecida para postrarse a los pies de la virgen negra, pedirle por el éxito de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud y poner al pueblo latinoamericano bajo su protección. “Hoy, en vista de la Jornada Mundial de la Juventud que me ha traído a Brasil, también yo vengo a llamar a la puerta de la casa de María -que amó a Jesús y lo educó- para que nos ayude a todos nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, padres y educadores, a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno”.

Sobre mantener la esperanza, señaló que aunque en la vida se presentan muchas dificultades, “Dios nunca deja que nos hundamos”, y aseguró que aunque “el diablo, el mal, existe, no es el más fuerte. El más fuerte es Dios y Dios es nuestra esperanza”.

Señaló que durante el día los jóvenes sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza, como son el dinero, el éxito, el poder, el placer” y que ello se debe a la sensación de soledad y vacío que sufren “y que les lleva a la búsqueda de compensaciones de estos ídolos pasajeros”.

El papa pidió para que los adultos fueran protagonistas de la construcción de un mundo mejor. “Son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad. Ellos no sólo necesitan cosas. Necesitan sobre todo que se les propongan esos valores inmateriales”.

A su vez, Francisco pidió a los fieles vivir con alegría: “un cristiano es alegre, nunca triste y no puede ser pesimista, no puede tener el aspecto de quien parece estar de luto perpetuo”.

Al comienzo de la misa, el cardenal arzobispo de Aparecida y presidente de los obispos brasileños, Raymundo Damasceno Assis, agradeció la presencia del Papa y dijo que visitando el santuario nacional visita simbólicamente todo el país.

El cardenal recordó que este templo ha sido visitado por tres papas, Juan Pablo II en 1980, Benedicto XVI en 2007 y ahora el primer pontífice latinoamericano.

También recordó la historia de la Virgen de Aparecida, una imagen negra y dijo que según los estudiosos se debe al fango del río y al humo de las velas. También el negro se interpreta como una referencia al sufrimiento de los pobres y de los excluidos, especialmente el pueblo negro en la historia de aquellos años de Brasil.