Nacional se proclamó ayer campeón por decimosexta vez del campeonato liguero. El equipo más veces campeón de Colombia ratificó su condición con una goleada a Cali en un partido para la historia. La coronación del proyecto de Reinaldo Rueda con el conjunto verdolaga menos convincente hasta la fecha de los últimos tiempos.
Una plantilla, que ha cambiado su cara de conjunto arrollador en Sudamérica del año pasado por un equipo mayormente defensivo en este año que sorprendió en la final con una exhibición de goles. Parco en ataque, el verdadero artífice de los éxitos en este año de Nacional, ha sido el arquero. El mismo que ha sido una seguridad en todas sus conquistas, y que ha adquirido mayor importancia en este semestre: Franco Armani.
El héroe de los guantes de oro y los reflejos de felino. El arquero argentino ha sido la auténtica figura de los verdolagas en este 2017. En las llaves contra Jaguares y Millonarios fue el salvador del equipo. También repitió una gran actuación en la ida con Cali en la que la sangría pudo ser mayor. Y coronó su gran temporada con la solidez que mostró ayer de nuevo. Un seguro bajo palos.
En Nacional son muchos los que ya han bajado del trono a René Higuita como mejor portero verdolaga de todos los tiempos, y han reclamado ese cetro para el arquero nacido Casilda. 13 títulos ha conquistado Armani, en los que ha dejado paradas antológicas como aquella triple atajada en Rosario que ya forma parte de la historia de la Libertadores.
Un arquero que ha rechazado las ofertas de varios grandes de Sudamérica, e incluso de tentativas de España e Italia, por hacer leyenda con Nacional. A sus 30 años, pocos dudan a la hora de asegurar que es el mejor portero del continente. Con nacionalidad también colombiana, junto al rechazo que ha tenido siempre del llamado de su país, son muchos también los que piden su convocatoria para el equipo de José Pékerman.