El vencedor de la Vuelta a España 2002 y ganador de etapas en Tour y Giro fue detenido por tentativa de robo al ser cazado por intentar romper con un martillo un escaparate de una tienda de celulares.
Acostumbrarse a la vida normal tras el retiro de la élite del deporte puede resultarle muy costoso a más de uno. Es el caso de Aitor González. El ganador de la Vuelta a España 2002 vive desde hace varios años una caída en picado en la que no ha faltado de nada. Mala forma, excesos en la noche, acusaciones de dopaje, conducción bajo efectos de alcohol y drogas, estafa inmobiliaria, denuncias por agresiones y por último el intento de robo, con martillo en mano, en una tienda de celulares.
El ex corredor fue encontrado por un agente fuera de servicio que lo avistó intentando romper con un martillo el escaparate de una tienda de celulares. Tras prestar declaración, el ciclista fue acusado de tentativa de robo y puesto en libertad provisional con cargos.
Sorprende el caso en un ciclista que en su día fue elegido como una de las grandes promesas del ciclismo español. Vencedor en la Vuelta 2002 con el equipo Kelme, González llegó incluso a coronar una etapa en el Tour 2004 y otras tres en el Giro de Italia. Desde que fichó por el Fassa Bortolo tras su primer éxito, comenzó en una espiral de decadencia de la que aún hoy no ha salido.
Porque este episodio negro no es el único que ha vivido el corredor en los últimos años. En 2007 fue condenado a pagar una multa de 1.080 euros por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. En 2008 fue detenido por agredir al gerente y un empleado de una inmobiliaria por cuestiones económicas. En 2011 fue acusado de una supuesta estafa por un valor un poco mayor a los mil euros a una entidad bancaria. Lo último es sus escarceo como ladrón de celulares.
No debe entender lo mismo Aitor González, que en sus declaraciones niega absolutamente los hechos relatados. El corredor alude que esa noche se encontraba de copas con un amigo y conocieron a otra persona que vestía idénticamente a él. Este supuesto desconocido rompió momentos más tarde el escaparate y seguidamente se dio a la fuga. González afirma que en ese momento se encontraba en otro punto y ahí mismo le cazó la policia, llevándoselo arrestado. “Los hechos son falsos. Se fue corriendo, y yo, que era el único que estaba con él, no hice absolutamente nada. Estoy muy tranquilo porque yo no he hecho nada y lo único que me preocupa es el daño que se le está haciendo a mi familia. no intentaba robar absolutamente nada. tengo 41 años y creo que soy un poco mayor para empezar a hacer esas cosas”, confesaba tras los hechos Aitor González.