Diakonia en conjunto con la Unión Europea en su tercera versión entregó el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos. En la primera categoría de Defensor o Defensora del año, la galardonada fue Matilde Leonor López Arpushana, lideresa indígena y representante de 145 comunidades del pueblo Wayuu.
“Tenemos muchas cosas por hacer. Tenemos básicamente la vida de niños y niñas en nuestras manos, ojalá que los colombianos puedan entender la situación del departamento de la Guajira. Agradezco a Diakonia por este reconocimiento, que no debe ser un premio, sino el reconocimiento a la labor de cada uno de los defensores y defensoras que hoy están acá” manifestó la lideresa indígena.
Durante la ceremonia también se premiaron dos categorías más: en Procesos Colectivos de Base en nivel proceso social, el galardón fue Cococauca, coordinación de Consejos Comunitarios y Organizaciones de base del pueblo negro del Pacifico en Cauca; esta organización se ha dedicado a la defensa de los derechos humanos, derecho internacional humanitario, etnoeducación economía y cuidado ambiental.
En el nivel de Ong Organización en esta misma categoría la ganadora fue la Casa de la Mujer, esta fue premiada por su ardua labor de defender y promover los derechos de las mujeres desde 1882.
En la tercera categoría, reconocimiento a “toda una vida” otorgado a personas, la ganadora fue Patricia Ariza Flórez, historiadora de arte defensora de derechos humanos y presidenta de la Corporación Colombiana de Teatro. Su reconocimiento se lo dedicó a Jahel Quiroga y Piedad Córdoba. Asimismo manifestó que el premio es un gran estimulo y que seguirá comprometida con la paz. El premio de reconocimiento “a toda una vida” a organizaciones con larga trayectoria, fue otorgado al Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric).
Además la premiación contó con la participación artística de Alé Kumá, en donde interpretó varias letras alusivas a la violación de los derechos humanos como al conflicto armado interno que ha vivido el país.
Los premios entregados a los ganadores fueron elaborados por el artista y artesanal, William Chicunque Agreda de la comunidad indígena Camsá, y son piezas únicas tejidas en chaquiras.