El primer ministro griego Alexis Tsipras, hace equilibrios: cede ante la troika pero mantiene el referéndum del próximo domingo y pide el ‘no’ para lograr “un mejor acuerdo con los acreedores”
Casi cuatro horas más tarde de lo previsto, el primer ministro griego Alexis Tsipras ha anunciado a través de la televisión pública griega que mantiene la convocatoria del referéndum prevista para el domingo para reforzar la postura del Gobierno de Syriza en las negociaciones con los acreedores.
Una opción clara por el ‘no’ “significa aumentar la presión para conseguir un acuerdo viable” porque “un veredicto popular es mucho más fuerte que la voluntad de un Gobierno”, ha argumentado. Tsipras, quien ha vuelto a acusar a los acreedores internacionales de la situación que atraviesa Grecia, ha afirmado que la cuestión que se plantea en la consulta popular del 5 de julio no es si Grecia permanecerá o no en el euro, y añadió que su Gobierno tiene la “firme” intención de llegar a un acuerdo con los socios.
“La austeridad debe acabarse, no es una vía para salir de la crisis”, ha explicado el premier heleno durante la intervención. Tsipras ha pedido a los griegos que voten por una “solución responsable” y ha insistido en que votar ‘no’ en el referéndum es la “mejor forma de conseguir una solución” y de reforzar la posiciónd de Grecia de cara a las negociaciones con Bruselas.
Además, ha asegurado que desde que convocó el referéndum, el pasado viernes, ha recibido “mejores propuestas” de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), especialmente en lo relativo a la reestructuración de la deuda griega.
Así, ha dicho que en la medida en que las propuestas de los acreedores respeten “la justicia social” de modo que “si de la reunión de este miércoles del Eurogrupo sale un mensaje positivo, podremos avanzar inmediatamente” y, en cualquier caso, ha prometido seguir en la mesa de negociaciones a partir del domingo.
Carta a la Comisión Europea
Asimismo, el primer ministro griego ha remitido una carta a los responsables de la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE) con la que Atenas habría dado su conformidad a la práctica totalidad de la propuesta planteada por las instituciones a finales de junio.
Según informa el diario Financial Times, que ha tenido acceso al documento, Tsipras habría comunicado a los líderes de las instituciones la disposición del Gobierno heleno para aceptar prácticamente al completo la proposición planteada, a la que introduce una serie de modificaciones, que básicamente cambian los tiempos de la aplicación.
La carta de Tsipras
Grecia “está preparada para aceptar” este acuerdo a nivel técnico “sujeto a las siguientes mejoras, adiciones o clarificaciones, como parte de la extensión del programa que expira y el nuevo rescate cuya petición ha sido remitida hoy, martes 30 de junio de 2015”, expone la misiva. El primer ministro griego señala además que “como podrán observar, nuestras enmiendas son concretas y respetan en su totalidad la robustez y credibilidad del diseño del conjunto del programa”.
En materia fiscal, el Gobierno acepta las últimas propuestas para el IVA, pero pide mantener la reducción del 30% en las islas. Las instituciones habían pedido abolir esta rebaja insular. Además, se acepta la reducción de 400 millones de euros en el gasto de defensa -el Gobierno pedía 200 millones- pero se pide escalonar esta reducción, empezando con 200 millones en 2016 y pasando a los 400 millones en 2017.
No obstante, la agencia Bloomberg ha difundido un correo electrónico del Ejecutivo griego en el que se asegura que “no ha habido ni habrá una propuesta del Gobierno griego para recortar el gasto en defensa”.
En cuanto a las pensiones, mantiene su petición de retrasar hasta octubre la subida paulatina de la edad de jubilación, y no en julio como exigían los acreedores. En un principio, Tsipras había propuesto enero del próximo año como fecha de comienzo.
Además, cede en cuanto a los subsidios a los pensionistas de bajos ingresos y ahora está dispuesto a eliminarlos completamente a partir de 2019, en lugar de sustituirlos por otras ayudas, pero rechaza la exigencia de las instituciones de recortar con efecto inmediato en un 20 % el colectivo de personas que puedan beneficiarse de estos pagos.