Continúa la guerra en Ucrania y Rusia y el frente de batalla se estabiliza en algunas zonas focalizadas. Según pasan las semanas, los movimientos se siguen sucediendo en el campo de combate y en los despachos. Tanto el presidente ruso como el ucraniano toman medidas cada vez más severas contra los miembros de sus respectivos círculos íntimos. Si Washington informaba hace algunos días de que Vladímir Putin habría purgado a varios de sus asesores más cercanos, Volodímir Zelenski también ha movido ficha con el objetivo de no tener fisuras entre su equipo de confianza. Según informaciones de agencias internacionales, el presidente ucraniano habría degradado a dos de sus generales “por traición”.
Zelenski ha argumentado su decisión asegurando que los dos militares habían “violado el juramento militar de lealtad al pueblo ucraniano”, basándose en el estatuto disciplinario de las Fuerzas Armadas. En su habitual discurso nocturno divulgado por la presidencia ucraniana que tomó esa decisión con respecto “a los antihéroes. Ahora no tengo tiempo para tratar con todos los traidores. Pero poco a poco todos serán castigados”, afirmó.
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Los señalados son el exjefe del Departamento Principal de Seguridad Interna del Servicio de Seguridad de Ucrania, Naumov Andriy Olehovych, y el exjefe de la Oficina del Servicio de Seguridad de Ucrania en la región de Jerson, Kryvoruchko Serhiy Oleksandrovych, “ya no son generales”. “De acuerdo con el artículo 48 del Estatuto Disciplinario de las Fuerzas Armadas de Ucrania, aquellos militares entre los oficiales superiores que no hayan decidido dónde está su patria, que violen el juramento militar de lealtad al pueblo ucraniano en lo que respecta a la protección de nuestro Estado, su libertad y la independencia, inevitablemente se verán privados de altos rangos militares. ¡Los generales aleatorios no pertenecen aquí!”, ha insistido el presidente, en declaraciones a EFE
Culpables del fracaso militar
Por su lado, en Rusia también se han producido movimientos en torno al Kremlim. El asalto fallido a Kiev y la muerte de siete de sus Generales ha sido un varapalo duro para Vladimir Putin, que busca chivos expiatorios. Por lo pronto, Anatoli Chubais, uno de los principales asesores del presidente ruso renunció a su cargo por diferencias con la deriva que ha adquirido Moscú sobre Ucrania, y la BBC además anunció que había tenido que abandonar el país junto a su familia. Y es que el Kremlin tiene claro que va a seguir ejerciendo presión contra quienes se salgan, aunque sea un poco, de la línea oficial que habla de “operación militar especial”.
Adicionalmente, el gobierno ruso cesó a dos agentes del FSB, antigua KGB: Sergej Beseda y Anatolij Bolyukh, dos superespías que parecen estar bajo arresto domiciliario, según el conocido experto en asuntos militares rusos.