La ciudad de Arauca fue el escenario para que más de 370 personas se reunieran a discutir lo que necesita la región fronteriza en materia de paz. La cita tuvo lugar entre el 10 y el 12 de junio.
Representantes de las más variadas organizaciones sociales, empresariales, de mujeres y de varios entes gubernamentales se dieron cita en el auditorio principal del centro de eventos Casa Real en la ciudad de Arauca, los días 11 y 12 de junio. La razón de la cita fue el Encuentro Regional para la Paz numero 13.
Como ponentes de la mesa principal estuvieron el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, el padre Francisco de Roux y los líderes sociales Ólder Cáceres de Alianza por la Paz y José Murillo.
La dinámica de este evento fue la que se ha venido realizando en los 12 encuentros previos. El panel principal, llevado a cabo el jueves 11 de junio, sirvió para que el alto comisionado de paz pudiera escuchar de primera mano las preocupaciones que tienen la mayoría de habitantes de ese extremo del país en materia de desarrollo, construcción de paz y cese de la violencia enquistada en el departamento.
Uno de los principales factores de violencia que se pudo señalar e identificar fue la presencia histórica de las guerrillas de las Farc y del ELN. Estos grupos no solo generan violencia debido a los enfrentamientos con las fuerzas regulares del estado sino que también han tenido enfrentamientos entre ellos.
A lo anterior se suma el hecho de que el paramilitarismo asoló la región a finales de la década del 90 y comienzos del 2000, con lo cual varias organizaciones y movimientos políticos fueron exterminados, tal fue el caso de la UP.
La intervención del comisionado Jaramillo no fue bien recibida por gran parte del auditorio ya que el concepto de la “paz de Santos” es una constante en la mentalidad de muchos quienes piensan la paz en la región. El argumento central, como lo expuso Murillo del Movimiento Político de Masas del Centro Oriente, es que la paz debía concertarse desde las bases antes de adelantar un diálogo de “espaldas al país”. A lo anterior también se suma la denuncia, hecha por varios participantes, de que debe “desmilitarizarse la vida civil en Arauca”, esto con el fin de que pueda empezar a construirse un paz territorial tendiente a sostenerse en el tiempo.
Uno de los puntos en los que profundizó Jaramillo fue el de la recién anunciada Comisión de la Verdad. Sobre el particular, el comisionado señaló que esta no tendrá carácter judicial y que buscará que la verdad obtenida permita garantizar la no repetición de los hechos que han causado la violencia en el país.
La jornada de discusión del 11 cerró con la plenaria en la que se discutió lo que expuesto en las cuatro mesas temáticas en las que fueron distribuidos los participantes: mesa ambiental, mesa de víctimas, mesa fronteriza y mesa de género.
Cada una de las mesas abordó la problemática social de la región desde ese enfoque particular con lo cual el equipo programático de los encuentros, liderado por Diego Pérez y Carlos Fernández, pudo tener el insumo para la jornada final del día siguiente.
Esa jornada de cierre consistió en un diálogo constructivo para definir una hoja de ruta que le permita al departamento pensarse como escenario de construcción de paz. Ese diálogo arrojó, entre otras, preocupaciones como la nacionalización de los hidrocarburos que es uno de los conflictos más marcados en la zona. También se mencionó la necesidad de establecer unos controles efectivos a las actividades de contrabando que redunden en perjuicios para la región pero que no vayan en contravía de la dinámica de las poblaciones fronterizas.
Además del encuentro de Arauca de junio de este año, en diciembre de 2014 se llevó a cabo el que fuera el último del primer ciclo y que tuvo lugar en Tame. Estas dos experiencias de interlocución entre representantes de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y voceros de las diferentes organizaciones y procesos sociales regionales permite tener una visión de conjunto de lo que necesita esta frontera que ha sido un botín codiciado por todos los actores armados del conflicto.
Los encuentros regionales para la paz son una iniciativa de la RedProdepaz, la Ruta Pacífica de las Mujeres y la Red de Iniciativas y Comunidades de Paz desde la Base con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y las embajadas de Suecia, Suiza y Noruega.