Hillary Clinton barrió en Carolina del Sur

Con más de 40 puntos de ventaja sobre su rival, Hillary consiguió ganar las elecciones primarias demócratas en el estado de Carolina del sur.

Con este triunfo la candidata llega a su delegado número 83, que sumados a los 453 súper delegados que ya habían anunciado su intención de votar por ella, completan 536 de los 2832 delegados que se requieren para ganar la nominación.

En otras palabras, si las cosas siguen así estamos a pocas semanas de anunciar que la señora Clinton es la nominada para competir contra quien gane entre los republicanos, probablemente Donald J Trump, por la presidencia número 45 de los Estados Unidos de América.

“Felicito al senador Sanders por su buena competencia”, dijo la Clinton en su discurso de triunfo y continuó: “mañana esta campaña será nacional (…) y vamos a competir por cada voto en cada estado. No daremos nada ni a nadie por ganado”. Sin embargo, se concentró más en atacar a Trump: “A pesar de lo que se oye –dijo-, que necesitamos hacer a Estados Unidos nuevamente grande –parafraseando el lema de Trump-; Estados Unidos jamás dejó de ser grande (…) En lugar de construir muros –refiriéndose al muro que proponen los republicanos para cerrar la frontera con México- , tenemos que estar derribando barreras”.

Para el senador Sanders este fracaso estaba previsto, las encuestas daban una diferencia absoluta en favor de su rival, y tal vez por eso, prefirió dedicar su tiempo a visitar Texas y Minnesota.

“Quiero ser claro en una cosa esta noche. Esta campaña está apenas comenzando -dijo Sanders-. Hemos ganado decisivamente en New Hampshire. Ella ganó decisivamente en Carolina del Sur. Ahora esperemos que llegue el súper-martes”.

Se refiere el senador Sanders a las votaciones del 1 de marzo, en las que se definirán 12 estados y se comenzaran las votaciones en 40 embajadas en todo el mundo.

Este triunfo llega en el mejor momento para Hillary Clinton quien comenzó esta campaña con la imagen de imbatible, pero que poco a poco se fue disolviendo hasta, incluso, llegar a perder el estado de New Hampshire y hacer pensar a sus seguidores que ocurriría lo mismo que sucedió en el 2008 cuando empezó como favorita y terminó por conformarse con ser la Secretaria de Estado de su otrora rival: el senador Barack Obama, hoy actual presidente de Estados Unidos.