Hugo Chávez nunca contó con gran aceptación en Colombia, varias encuestas realizadas durante sus periodos presidenciales lo dejaron mal parado dentro de la opinión nacional, siempre con el lastre de tener en las antípodas al gobierno de Álvaro Uribe Vélez que lo acusó de tener estrechos vínculos con las Farc.
Las encuestas en Colombia sobre la favorabilidad de distintos personajes públicos demostraron la poca credibilidad y la enemistad que provocaba el presidente de Venezuela en el común de los colombianos. En el año 2008, donde las relaciones entre los países estaban en su peor momento, la firma encuestadora Invamer-Gallup mostó a un Chávez con un 8 por ciento de favorabilidad, contrastado con el 80 por ciento de su homólogo colombiano.
Durante esos años de crispaciones, el presidente venezolano llegó a tener hasta un 76 por ciento de rechazo en los resultados de las encuestas. Su colaboración para la liberación de secuestrados no fue suficiente para cambiar la percepción de favorabilidad en el país.
Luego de la salida de Uribe Vélez de la casa de Nariño, la llegada de Santos con una nueva política de relaciones internacionales, en este caso, un restablecimiento diplomático con el vecino país, no alcanzó para que los colombianos mejoraran su imagen de Chávez. Esta vez, la encuestadora reveló una opinión desfavorable del 84 por ciento.
Ya en el año 2012, los resultados de Gallup empiezan a demostrar una leve alza en la aprobación del futuro reelecto presidente de Venezuela. Con un 20 por ciento de favorabilidad, Hugo Chávez logra su mayor porcentaje de aceptación en Colombia luego de varias batallas dialécticas con el expresidente Uribe y su ministro de Defensa Juan Manuel Santos, quien paradójicamente al convertirse en presidente de Colombia, lo nombró como su “mejor amigo”, dejando atrás varias acusaciones que iban y venían de la casa de Nariño y el Palacio de Miraflores.
Lo que queda claro es que Hugo Chávez Frías fue siempre un personaje satanizado por la mayoría de colombianos. La cercanía de su Gobierno con las Farc, marcó un punto muy alto en su poca credibilidad dentro de la población nacional, siendo este uno de los personajes públicos con menor aprobación. Además, sus enfrentamientos con Álvaro Uribe Vélez fueron el impulso para una campaña antichavista cuyo resultado polarizó aún más la agenda política colombiana.