Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, ha reconocido que pudo tocarse la cara con uno de los guantes al retirarse una parte del traje de protección con el que se vistió para atender al misionero Manuel García Viejo, fallecido el pasado 25 de septiembre como consecuencia de este virus.
Así lo ha señalado Germán Ramírez, uno de los médicos que atiende a la auxiliar de enfermería ingresada en el Hospital Universitario La Paz-Carlos III de Madrid, después de haber estado hablando con ella durante esta mañana.
“Esta mañana ha revisado con ella toda la cadena de puesta del traje y su actividad dentro de la habitación”, ha explicado el doctor, quien ha señalado que en uno de los momentos le ha transmitido “esta posibilidad” de contacto con la cara.
Aunque al principio la enfermera negaba que hubiera podido cometer algún error con el protocolo, ahora dice que está “confusa con tanta llamada” y es “posible” que haya tenido ese contacto, ha asegurado el médico.