Inti Asprilla, hijo del exsecretario de gobierno de Bogotá, Guillermo Asprilla se lanza a la cámara de Representantes por la Alianza Verde. Su campaña está fundada en la reivindicación de las luchas populares y en continuar con la labor de su padre. Una aspiración política centrada en las víctimas de una tragedia ambiental sin precedentes: El desborde del relleno sanitario Doña Juana.
Reivindicando la obra de su padre y teniendo en cuenta que su lucha debe tener su impronta personal, Inti Asprilla habló con Confidencial Colombia. Su aspiración a la Cámara de Representantes por la Alianza Verde se basa en los pactos realizados entre progresistas y verdes, la defensa de las víctimas del rellenos sanitario Doña Juana al sur de la capital y el acceso de la ciudadanía a la justicia.
Este joven abogado, con media vida en Ginebra, Suiza y la otra media en Bogotá dejó en claro la defensa de Gustavo Petro es uno de los ejes de las pretensiones conjuntas de verdes y progresistas. Entrevista.
¿Qué podemos saber de usted como candidato y persona?
A mí me define mi familia. Yo soy hijo de una campesina nacida en Iguaque, Luz Helena Reyes. Ella hizo su carrera de enfermera en la Universidad Nacional en donde conoció a mi papá. Después trabajó en el hospital San Blas, en el sur de Bogotá.
Mi padre, Guillermo Asprilla. Un mulato, mezcla de un afrocolombiano con una blanca de Bogotá. Creció entre Quibdó y el barrio Quiroga en el sur de Bogotá. Él hizo su carrera de derecho en la Universidad Nacional. Él, es mi modelo político como defensor de las causas populares. Nosotros creemos que el abogado debe concentrar su ejercicio en que las personas que más lo necesitan accedan a la justicia.
Yo tengo 32 años, nací en el hospital San Juan de Dios, cerrado por este modelo de salud. Viví en el barrio Quiroga hasta los 8 años. Hice mi carrera de derecho en la Universidad de los Andes y después realicé una maestría en derecho internacional en la universidad de Ginebra. Esa maestría la pagué trabajando en el transporte y la hotelería en Suiza.
Soy un hombre casado con una Colombiana que también vive en Suiza.
¿Por qué decide meterse en el mundo electoral?
Me metí en esto de la política después de que mi padre fue destituido, no como una venganza contra el Procurador, sino por una cuestión de dignidad y respeto hacia lo que es mi padre y lo que él representa. Él representa la defensa incansable de la justicia y como ciudadano, como abogado y como hijo, no podía quedarme de brazos cruzados viendo como mi padre quería ser aniquilado políticamente. Ese es el origen de la candidatura.
Yo regresé al país hace dos años, volví cuando mi padre fue diagnosticado de una enfermedad que tratamos de mantener en el ámbito privado hasta que el alcalde Gustavo Petro la hizo pública.
¿Pero el regreso al país fue con miras electorales?
Desde diciembre del año 2012, junto con otro grupo de abogados me dediqué día y noche a asesorar a las víctimas de la tragedia ambiental del relleno de Doña Juana, ocurrida en 1997.
Esa labor me ha formado a mí políticamente porque me ha hecho recorrer los barrios del sur de la ciudad y charlar con la gente. Esa labor la he hecho en las localidades de Usme, Rafael Uribe Uribe y Ciudad Bolívar, principalmente. Eso es lo que he venido haciendo el último año; asesorar más de 67 mil familias. Una buena parte de ellas afectadas por la tragedia de Doña Juana.
En el último año también he hecho otras asesorías en el sur de Bogotá. Yo asesoro 125 familias que viven en el barrio Danubio Azul y La Paz entre la localidad de Usme y Rafael Uribe Uribe. Son unas familias que viven bajo la red de alta tensión y que tenían una acción popular pendiente. Ellos llegaron un día a mi oficina y me di cuenta de que esa acción popular tenía como propósito sacarlos a ellos de su lugar de residencia. Los asesoré para presentar una nulidad de lo actuado porque nunca se tomó en cuenta el derecho a la vivienda de ellos y segundo y porque se violó parte del debido proceso. Contamos con suerte y el fallo fue a favor.
Ese proceso de más de siete años terminó en que esas familias tienen garantizado el derecho a la vivienda y deben ser escuchadas en el proceso.
Además de la reivindicación de las familias de la tragedia de Doña Juana, que implica un apoyo al nuevo esquema de aseo de Bogotá, ¿qué otras propuestas tiene su plan?
Yo he sido riguroso al hablar de propuestas. Todos conocemos cuáles son los problemas que tiene este país, el problema de la salud, de la educación, el problema del campesinado que se ve afectado por los TLC. Sin embargo, a pesar de que son problemas notorios no sabemos como cambiar esas situaciones.
La cuestión es que eso no se puede solucionar en una sola candidatura. Eso implica un cambio en la conciencia política de este país. Todos los problemas que son eternos no se han resuelto porque en el Congreso las mayorías las tienen las personas que viven de estos problemas. Yo he sido enfático en afirmar que si los jóvenes nos metemos a hacer política no debemos estar en una competencia de propuestas sino debemos pensar cómo vamos a hacer para tener mayorías en el Congreso.
Esas mayorías solo se pueden alcanzar si las personas diferentes que llegamos allá hacemos un trabajo serio y continuado de base. Un trabajo de presencia en las comunidades. Con eso se genera una relación de confianza, algo que rompe con la idea de que en las elecciones solo gana el que tiene más dinero.
Mi propuesta va encaminada a un nuevo modelo de hacer política, antes, durante y después de las elecciones. Por eso una candidatura a la Cámara exige una mirada global de lo que es el país.
<!** Image 1 align=”” alt=”Inti Asprilla candidato a la Cámara de Representantes por la Alianza Verde.” sub=”Inti Asprilla candidato a la Cámara de Representantes por la Alianza Verde.” width=”400″ height=”267″ >
¿Cómo es la relación con los verdes en la Alianza
Esa fue una decisión muy complicada. Nosotros somos conscientes de que es necesaria la diversidad y de que se deben buscar acuerdos entre personas que tienen diferencias políticas.
Eso nos llevó a aliarnos. Pensábamos que Peñalosa iba a salir del partido verde en ese escenario. Primero porque la condición indispensable para la alianza fue el apoyo a Gustavo Petro y el aval a la precandidatura de Peñalosa nos desdibuja completamente a nivel político, nos hace perder identidad. Si bien a Peñalosa las encuestas le dan una popularidad que hay que tener en cuenta, no representa un modelo alternativo para la gente.
Con esta precandidatura de Peñalosa, yo creo que la Alianza Verde perdió la oportunidad histórica que tenía de crear un movimiento para renovar el Congreso. Nosotros respetamos los acuerdos, nuestra posición es que seguimos en la Alianza pero no vamos a apoyar ninguna actuación que legitime a Peñalosa.
La posición mía y de una buena parte de los progresistas es que nos vamos a abstener de la consulta y no le vamos a hacer campaña a Peñalosa. En el imaginario colectivo él es todo lo contrario a nosotros, además ya mostró descaradamente que no le interesa hacer concesiones para estar en la alianza. Muy posiblemente nuestra posición para las elecciones presidenciales es el voto en blanco.
Es decir que para el progresismo no es viable un candidato como Aída Abella en una aspiración presidencial
El problema de Aída es que no es conocida. Hacia ella profeso el mayor respeto y la mayor admiración. pero todavía no se ha hablado con la UP sobre el mecanismo para una consulta interpartidista. Ese es un riesgo que se podría asumir.
En otras palabras, ¿la izquierda sigue atomizada?
En este momento estamos viviendo lo que se podría llamar la “izquierda boba”, tanto para las elecciones legislativas como presidenciales. Algo muy riesgoso porque tanto la Alianza como el Polo no están asegurados frente al umbral.
¿Podríamos decir que la pelea de la izquierda, en estas elecciones, no es por un presidente o por unas curules sino por lograr pasar el umbral?
Sí, claro.
¿Qué ha sido gratificante de la campaña?
Mi campaña se ha hecho basada en el conocimiento que de nosotros que tienen más de 30 mil familias. La campaña está centrada en los simpatizantes que hay en el sur de Bogotá. Obviamente, siendo respetuosos de la separación entre la causa política y la jurídica. Entre las personas que hemos asesorado hay muchos que nos ayudan voluntariamente en la campaña. Tenemos, también, el apoyo de los recicladores, liderados por Nohora Padilla y diferentes grupos sociales.
¿Qué es lo más difícil de estar en campaña electoral?
La parte personal. A veces uno se siente raro estando en campaña cuando el padre está enfermo. Es más, las campañas siempre han sido traumáticas para la familia. Hace cuatro años cuando estaba en campaña mi papá, mi madre estaba enferma de un tumor que, luego se supo, era canceroso. Para mí es muy duro estar cuatro años después como candidato y que mi padre esté enfermo. A pesar de que es un luchador esas dificultades de movilidad están afectando la calidad de vida de mi padre. Sacar energía de esa situación es bastante extraño.
¿Cuál es el problema más grave de Bogotá?
El problema de Doña Juana es algo gravísimo que al resto de la ciudad parece no importarle. Me parece gravísimo que el sur de la ciudad huela mal. Se me hace que es humanamente impensable que eso pase. En estos meses de calor, a las seis de la tarde, en muchos barrios de Usme y Ciudad Bolívar empieza a oler el relleno sanitario de Doña Juana. Nosotros conocemos de personas que por vivir cerca del relleno tienen afectaciones a su salud. Mi sueño es lograr que se cierre lo más rápido posible el relleno. La lucha de la familia Asprilla es el cierre del relleno sanitario Doña Juana.
¿Por qué la Cámara de Representantes y no el Concejo de Bogotá?
Yo creo que lo más importante es poder hacer un control político efectivo. Además hay que tener en cuenta que el modelo de aseo de Bogotá, debe tener proyección nacional.
También hay que tener en cuenta que lo de Doña Juana es una problemática muy grave y por eso hay que actuar lo más rápido posible, algo que es más fácil de hacer desde el Congreso.
Uno de los orígenes de esta aspiración es lo que pasó con su papá. ¿Qué le diría a Ordóñez de llegar usted a la cámara?
Primero, que yo no tengo un problema personal con él, pero que sí voy a luchar contra las injusticias que él realiza de manera descarada. Que no crea que porque tiene un poder que permite sancionar disciplinariamente, va a acabar con la lucha que represento, y que acá estoy yo para continuar con las batallas que, tanto esta ciudad como el país necesitan. Además, que esa batalla, así le duela a él y así le duela a sus amigos, es el aseo y lo que estaba pasando en esta ciudad y lo que él quería que siguiera pasando en es materia. Entonces, que se olvide de sus aspiraciones, en esta ciudad se va a reciclar y las basuras no van a seguir siendo un negocio.