Jalón de orejas de Putin a Obama

En un momento político en el que Estados Unidos conmemora a las víctimas del 9/11 y al mismo tiempo, organiza las estrategias diplomáticas que serán aplicadas en Siria, que el diario norteamericano The New York Times habilite un espacio en su portal para que el presidente ruso Vladimir Putin, principal opositor a una intervención militar en el país de Oriente Medio, exponga abiertamente su perspectiva sobre los acontecimientos actuales y hable sobre el modelo de gobierno del presidente Obama, rompe las barreras del viejo estereotipo de las dos potencias de la época de la guerra fría y deja huella en la historia de una rivalidad que por décadas ha marcado el desarrollo de las relaciones entre todos los países.

Este 11 de septiembre, el diario norteamericano publicó en su espacio de opinión una columna del presidente de Rusia Vladimir Putin, dirigida a todos los ciudadanos de Estados Unidos.

“Acontecimientos recientes de Moscú alrededor de Siria, me han llevado a hablar directamente al pueblo norteamericano y a sus líderes políticos. Es importante hablar al respecto en esta época de comunicación insuficiente entre nuestras sociedades”, indica Putin explicando que a lo largo de la historia las dos naciones se han enfrentado en escenarios como la guerra fría, pero también se han unido en otros como la derrota conjunta sobre los Nazis.

Después de un breve abrebocas expone las terribles consecuencias que traería para Naciones Unidas que un país como Estados Unidos, al omitir el consenso que emita la comunidad internacional sobre hacer una ofensiva militar en contra de Siria, debilite la estructura de un organismo mayor como la ONU al punto de quebrarla por completo. Cita el caso de la Liga de Naciones, organización que colapsó por la ausencia de una base concreta al finalizar la primera guerra mundial.

Frente a una eventual intervención bélica de Estados Unidos en el país comandado por Bashar al Assad, el mundo se dividió entre aquellos que impulsan y rechazan la ofensiva, incluyendo también el rechazo de líderes religiosos como el papa Francisco.

Según Putin, este potencial ataque resultaría “en más víctimas inocentes y no acabaría con la reincidencia de este tipo de conflictos” porque tal y como la historia lo ha mostrado, la guerra se multiplica cuando se usa. Luego lanza una dura crítica al modelo de gobierno estadounidense dentro del marco de un encuentro por vías diplomáticas entre la comunidad internacional y Siria.

“Es alarmante que la intervención militar en el conflicto interno de otros países se haya convertido en un lugar común de los Estados Unidos”. Posteriormente señala que millones alrededor del mundo ven a este país, no como un modelo de democracia, sino como un Gobierno que confía solamente en la fuerza bruta uniendo a coaliciones bajo el eslogan de que “si no estás con nosotros, estas contra nosotros”.

“Pero la fuerza bruta es inefectiva e inútil. Por ejemplo, Afganistán está tambaleante y nadie puede asegurar que pasará después de la retirada de las fuerzas militares internacionales. Libia está dividida en tribus y clanes, y en Irak la guerra civil continúa con decenas de muertos cada día”.

En Estados Unidos muchos comparan a Iraq con Siria y se preguntan por qué el gobierno querría repetir los mismos errores. Según una encuesta realizada por el diario The Washington Post, los ciudadanos se mostraron contrarios a la ofensiva militar en un 59% y el 29% restante la favorecen.

Por otro lado, Putin defiende las decisiones tomadas desde su gobierno, bajo la premisa de que “Rusia no está protegiendo los actos cometidos en Siria, de los cuales estoy seguro que se usaron gases tóxicos contra la población, sino los tratados internacionales, porque la ley es la ley y es mi deber cumplirla a toda costa”.

Sin embargo sostiene que la reacción del mundo ante los hechos fue de que “si no se puede contar con las leyes internacionales, entonces toca buscar otros medios para asegurar nuestra seguridad. Hay un número ascendente de países que buscan adquirir armas de destrucción masiva y para mi es lógico. Si usted tiene una bomba, nadie lo va a tocar”.

Con un breve análisis del modus operandi del presidente Obama en los países del Medio Oriente, el jefe de Estado ruso señala que Estados Unidos puede estrechar manos con Rusia y Siria sin sangre de por medio. “Una nueva oportunidad se le presenta al gobierno norteamericano con la aprobación de las autoridades sirias de confiscar bajo el mando de la comunidad internacional el arsenal de armas químicas de Damasco y evitar que nuestras relaciones vayan a estar sumidas en el caos”.

El mandatario aseguró que si se logra evitar el conflicto en Siria, se mejorará la atmósfera de los tratados internacionales y se volverán más fuertes los lazos de confianza. “Esto implicará una puerta abierta para la cooperación entre países durante situaciones críticas”, precisó.

Respecto a su relación con el presidente Obama, aseguró que la confianza va en ascenso y ha apreciado mucho todas las observaciones en el caso. Sin embargo resaltó que la frase que el Gobierno ha impulsado durante esta época de posible conflicto, que “lo que hace a Estados Unidos diferente, es lo que nos hace excepcionales, es extremadamente delicada dado que es peligroso hacerle creer a la gente que es excepcional. Dios nos creó a todos y cada uno de nosotros iguales”.