El colombiano participó en la holgada victoria del Real Madrid en Copa. James dio tres asistencias y confirmó su mejoría de cara a recuperar su sitio en el once (1-7).
El Real Madrid solventó con bastante facilidad un partido de los considerados ‘trámite’. Así se denominan estas eliminatorias de primera ronda en la que la distancia entre los grandes y los equipos de tercera llega a parecer abismal. Solo un catástrofe permite soñar a los pequeños con la hazaña. Como la que le ocurrió al Madrid en la pasada campaña cuando fue eliminado en los despachos por alineación indebida.
Para este nuevo curso aprendió la lección. No sin antes revisar que no hubiera jugadores que arrastraran sanciones. Ayer no las hubo y Zidane pudo sacar un once en condiciones. De nivel. Ayer el francés sacó su plan B, que en el caso del Madrid sería el plan A de cualquier equipo. Sin la BBC, James tuvo su protagonismo. El que lleva reclamando desde hace tiempo.
En Copa, Zidane le dio todo el tiempo que necesitaba. El colombiano participó los 90 minutos del juego, rayando a un gran nivel. James fue un socio constante para sus compañeros. Situado como volante en la derecha del medio campo madridista, de sus botas partieron gran parte de las jugadas de peligro de los blancos. El colombiano volvió a dar una lección en el último pase, su mejor virtud, asistiendo en tres de los goles de su equipo. También derrochó esfuerzo. Su empeño en la jugada previa al quinto gol fue la recompensa a tanta lucha. Zidane tomó nota de su actitud. El colombiano le demostró que tiene sacrificio de sobra para intervenir en esa zona del campo en los verdaderos partidos.
El partido sirvió para que los menos habituales se dejaran ver. Y cumplieron. Asensio, con dos zurdazos desde fuera del área, también colocó su oposición al once. El incansable Lucas Vázquez fue un incordio constante para el lateral leonés. Y Morata demostró una vez más que está muy por encima en este inicio de temporada de su rival por el puesto, Benzemá. El recital lo coronó Nacho, el nuevo espartano de los blancos, con una chilena desde fuera del área impensable para un defensa. Trámite resuelto y a pensar en el encuentro de Liga.
