Jenny Sofía Rebollo, la víctima del 'shaolin' español

Jenny Sofía Rebollo es la mujer colombiana asesinada el domingo pasado por un maestro de Kung Fu en el norte de España. Su familia en Montería señala que nadie de la embajada ibérica se ha comunicado con ellos y espera justicia.

La Policía detuvo el domingo pasado a un hombre en un gimnasio de Bilbao por dar una paliza a una mujer nigeriana que está en coma y, en un examen posterior, halló huesos de otra persona.

El detenido, Juan Carlos Aguilar, de 47 años, confesó a la Policía ayer que creía haber matado a otra mujer unos días antes y ahora los investigadores han determinado que los restos corresponden a una sola persona y que se trata de una mujer de nacionalidad colombiana de la que no han aportado más detalles.

Fuentes de la investigación dijeron a Efe que tras el análisis de los fragmentos óseos de manos, columna vertebral y otros restos encontrados en el gimnasio y en el domicilio del detenido los expertos llegaron a la conclusión de que se trata de una única persona.

Además, comprobaron que es una mujer adulta, de nacionalidad colombiana y que “está identificada”, aunque no facilitaron su filiación.

La Policía de la región del País Vasco logró así despejar una de las mayores incógnitas de este caso, ya que hasta ahora se ignoraba si los huesos hallados en el gimnasio de Aguilar podrían corresponder a varias personas.

La mujer presuntamente asesinada sería por tanto la que mencionó ayer el detenido en su confesión policial, ya que dijo que “creía” haber matado a una mujer el pasado 31 de mayo, aunque añadió estar “confuso” al respecto.

Las mismas fuentes de la investigación no especificaron si ha sido una muestra dactilar lo que les ha llevado a determinar la identidad de la mujer o bien si hay otras pistas como una posible relación con Aguilar o si había una denuncia sobre su desaparición.

Tampoco confirmaron si la fallecida se dedicaba a la prostitución al igual que Ada, la nigeriana de 29 años que sigue ingresada en el hospital en estado de coma tras la paliza que recibió el domingo en el gimnasio.

Aguilar fue un campeón de artes marciales en los años 90 y monje shaolín y desde hace tiempo regentaba un gimnasio en el centro de Bilbao.

La Policía confirmó que Aguilar lleva dos años en tratamiento por un tumor cerebral en un centro de la vecina región de Navarra, sin que esté claro si esa circunstancia podría alterar sus facultades.

Los vecinos y comerciantes de inmuebles cercanos al gimnasio declararon hoy estar impresionados por el suceso.

Izaskun, dependienta de un establecimiento comercial ubicado frente al local, dijo a Efe: “Cuando lo piensas en frío dices ‘hemos tenido ahí enfrente un asesino'”.

Relató que el gimnasio tenía una actividad normal, con alumnos que entraban y salían continuamente, en lo que coincidió con Fernando, residente en un inmueble cercano al establecimiento.

Son “cosas que parecen que pasan lejos” y “luego las tienes al lado de casa”, afirmó este hombre.

EFE