El cantautor uruguayo ha sacado nuevo disco, “Bailar en la cueva”, y habla de los beneficios de esta actividad ancestral
¿Quién dijo que los cantautores no bailan? Parece incompatible en una misma persona la composición de letras poéticas y comprometidas con ritmos que hagan inevitable que el cuerpo se mueva, pero esta combinación sí se da en Jorge Drexler, quién cuenta que “el baile es una de las actividades neurofisiológicas más complejas”.
A punto de cumplir los 50 años, el cantautor presentó hace unos días su nuevo disco, más rítmico que los anteriores, en el que quiere reivindicar la danza porque “hay cosas que han estado desde siempre, como la música y el baile”. De hecho, esta actividad es más antigua incluso que la agricultura.
Y es que moverse al ritmo de la música mejora la calidad de vida, ya que es una afición con beneficios para el cuerpo y la mente. “Involucra áreas del cerebro afectivas y musicales, la inteligencia que requiere seguir determinados pasos y la coordinación emocional”, explicó el uruguayo, licenciado en medicina.
“Muchas cosas cambian y a un ritmo brutal en los seres humanos, pero cae la noche y nos seguimos juntando para bailar“, dijo Drexler sobre este gusto por aunar movimiento y música, que surgió como elemento de los rituales y las ceremonias divinas desde el principio de los tiempos como una forma de comunicación.
Drexler, pareja de la actriz Leonor Watling, ha cambiado su verso “Los músicos no bailamos” del tema “Don de fluir” por “Bailar, bailar, bailar”, y dice que la razón de este giro es porque está “por cumplir 50″ y porque bailando se enfrenta “a miedos y pudores personales”.
Para el cantautor, la ausencia de baile es la “rigidez que se instala en el pensamiento y en el cuerpo de las personas, que en definitiva son uno, un cuerpo rígido es un pensamiento rígido” y recuerda que se crió “en una dictadura y en círculos de intelectuales de izquierda”, donde no se bailaba.
Tomado de EFE/Estilo PAULA DE ALBA