Un joven de 29 años de la ciudad rusa de Lípetsk, a unos 430 kilómetros al sur de Moscú, murió aplastado por los ladrillos cuando grababa con su teléfono la demolición de un edificio de dos pisos.
Según la agencia de noticias RT, Yevgueni Titov, empleado de una tienda local, se tomó una pausa en el trabajo para presenciar el derrumbe. Sin embargo, calculó mal el peligro y terminó derribado por los ladrillos que rebotaron en el asfalto, muriendo en el hospital a causa de las serias lesiones que sufrió en todo el cuerpo.
Otro hombre que se encontraba en el lugar de la demolición logró esquivar la avalancha y a un tercero se le diagnosticaron lesiones leves. El video está siendo analizado por el Departamento de Investigación de la provincia de Lípetsk tras abrirse un caso penal por violación de las normas de seguridad durante unas obras de construcción.
Titov estaba casado y tenía una hija de 3 años.