Al menos dos personas murieron hoy en Filipinas por la tormenta tropical “Kai-Tac”, que tocó tierra en el norte del país y agravó los efectos de las inundaciones que causaron al menos 95 muertos y 3,7 millones de afectados en la última semana.
El director del Consejo Nacional de Prevención de Desastres, Benito Ramos, indicó a Efe que dos personas murieron en las provincias de Ilocos Sur y Pangasinan, en el norte de la isla de Luzón.
Ramos explicó que varias carreteras de las provincias más septentrionales sufren riadas de en torno a medio metro de profundidad y el tráfico ha sido cortado en varios tramos debido a varios desprendimientos de tierra.
Según el servicio filipino de meteorología (Pagasa), “Kai-Tac” tocó tierra de madrugada en el noreste de la isla de Luzón dejando unas precipitaciones de 35 milímetros y arrastrando vientos de entre 60 y 100 kilómetros por hora.
La tormenta cruza ahora las provincias del norte del país y se espera que salga del archipiélago durante la tarde de hoy en dirección al sur de China aunque sus efectos se seguirán notando al menos un día más.
Según la Oficina de Defensa Civil de la región de Ilocos, al menos cuatro municipios sufren fuertes inundaciones a causa de la tormenta.
Las autoridades han declarado la alerta 2, sobre 5, en 16 provincias del norte de Luzón y han pedido a las personas que residan en zonas bajas o cerca de las laderas de las montañas que abandonen sus hogares por precaución.
También se ha declarado peligro de nuevas inundaciones en Manila, donde ha llovido con intensidad en algunas zonas desde la pasada noche y donde se han cancelado las clases en varios colegios por precaución.
La capital filipina aún sufre para recuperarse de las riadas que mantuvieron anegada un 60 por ciento de su superficie hace una semana.
La tormenta está agravando los daños causados por las riadas que afectaron a más de 3,7 millones de personas, de las que más de 300.000 siguen refugiadas en 808 centros de evacuación, según los últimos datos del Gobierno.
Las autoridades sanitarias redoblan esfuerzos para frenar una posible epidemia de leptospirosis, una enfermedad infecciosa que se contagia en zonas inundadas a través de la orina de las ratas y otros animales urbanos.
Al menos 14 personas han sido infectadas por este mal mientras que otras 8.000 que han sufrido síntomas como la fiebre alta o dolores musculares están recibiendo un tratamiento preventivo con antibióticos.
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres, las riadas han tenido un coste económico de al menos 2.263 millones de pesos (43,8 millones de euros o 53,9 millones de dólares) por los destrozos en infraestructuras y agricultura.
El chabolismo, la acumulación de basura en el alcantarillado y las malas infraestructuras convierten en desastres las lluvias monzónicas que todos los años causan numerosas víctimas entre mayo y octubre en Filipinas.