La alcaldía de Gustavo Petro pareciera estar maldita. A una conflictiva relación con la prensa se suman varias renuncias dentro de su gabinete y quebrantos de salud del Alcalde.
La administración del Alcalde Mayor de Bogotá pareciera que arrastrara una maldición tras de sí. El divorcio evidente entre los medios de comunicación y el mandatario de la capital es tan solo la punta del Iceberg, de un problema que no solo se restringe a la esfera mediática.
La salida de Antonio Navarro
Desde la posesión el primero de enero de este año, el Alcalde ha sido constantemente criticado y atacado por ciertos sectores de la opinión pública. Sin embargo una de las primeras crisis profundas de la administración del movimiento Progresista se dio con la renuncia del exsecretario de Gobierno, Antonio Navarro Wolff.
El 30 de marzo, cuando aún no habían transcurrido 100 días de gobierno, Antonio Navarro Wolff, renunció aduciendo razones personales, aunque ciertas versiones señalaron que se podía deber a cuestiones de salud.
La salida de Navarro del gabinete se tradujo en un golpe ante la opinión pública ya que sin el exsecretario; Petro perdió a uno de los mejores ejecutores que podrían componer su equipo de gobierno.
Las dos calamidades de Asprilla
El reemplazo de Antonio Navarro Wolff en el segundo cargo más importante de la capital fue el abogado Guillermo Asprilla quien a tres meses largos de haberse posesionado en el cargo, ha tenido que afrontar dos problemas muy serios y que reportan una gravedad mayúscula.
El primero de ellos es una investigación de la Procuraduría General de la Nación por una presunta inhabilidad para ejercer cargos públicos. El haber sido representante de un grupo de ciudadanos en un proceso contra el relleno sanitario de Doña Juana, sería la causa de la inhabilidad de Asprilla.
El segundo problema que debe afrontar el Secretario de Gobierno es una radiculopatía que no le permite llevar una vida tranquila y placentera. La radiculopatía es una perdida o disminución de la función sensitiva o motora de una raíz nerviosa, que en su caso particular, le afecta la pierna izquierda por lo que se lo veía en los actos públicos visiblemente perturbado por el dolor y ayudado por un bastón.
Las dos intervenciones de Petro
Además de las dos situaciones ya mencionadas hay que hacer especial énfasis en el problema de salud del Alcalde Mayor, Gustavo Petro. Dos episodios neurológicos, consistentes en la presencia de hematomas subdurales en su cerebro lo han tenido en el quirófano de la Fundación Santafé.
Ambos episodios han tenido menos de dos meses de separación en el tiempo. A pesar de que las cirugías han sido un completo éxito y los médicos dan partes tranquilizadores es preocupante que la máxima autoridad de la capital esté siendo afectada por un problema que podría poner en serio riesgo su vida.
Además de los mencionados también es necesario mencionar a Daniel García Peña, funcionario muy cercano al Alcalde que renunció por diferencias personales con el mandatario y a Eduardo Noriega, Secretario General de la Alcaldía que renunció en días pasados por una investigación que le adelantará la Fiscalía. Estos hechos sucedidos antes de que se cumpla el primer año de gestión generan un clima de incertidumbre en la capital y en el país, en donde varios sectores tienen los ojos puestos, algunos con reticencia y otros con esperanza, en la labor del Alcalde Gustavo Petro.