La Avenida San Antonio lista a finales del 2017, pero los predios costaron 20 mil millones más que el valor de la obra

La Administración Distrital, en cabeza de Enrique Peñalosa, anunció en la mañana de este lunes que las obras de la calle 183 ya presentan un avance del 45% y estarían listas al finalizar 2017. Estos proyectos fueron adjudicados en 2014 y debieron ser entregados el año pasado, adicionalmente los predios han resultado más costoso que la ejecución de la obra.

Alrededor de las 7 de la mañana de este lunes 27 de febrero, el alcalde Enrique Peñalosa, en compañía de la directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), Yaneth Mantilla, realizaron un recorrido por la calle 183, o avenida San Antonio. Tal recorrido tenia el fin de verificar el avance de la obra.

Esta Avenida San Antonio es clave como vía paralela a la calle 170, hoy en día existen varia anomalías en su trazado en la carrera Séptima y la Autopista Norte, que en este sector tiene una longitud aproximada de 2.02 kilómetros.

El alcalde Peñalosa afirmó; “Estamos trabajando fuertemente para cumplirle a la ciudadanía y entregar la avenida en diciembre de este año. Sin embargo, hay una serie de predios que faltan por comprar y que nos pueden demorar”.

Por otra parte, Según el alcalde, comprar los predios ha resultado más costoso que la ejecución de la obra, pues Peñalosa dijo; “la construcción tiene un costo de 52.000 millones de pesos, mientras que el valor de los 148 predios que se han adquirido para demolición es de 75.000 millones de pesos”.

Se prevé que la Avenida San Antonio cuente con una longitud aproximada de dos kilómetros, con dos calzadas de tres carriles de circulación cada una. “La calle 183, que conecta la Séptima con la Autopista Norte, es una avenida de seis carriles, con aceras, ciclorrutas y un fuerte componente de espacio público”, agregó Peñalosa.

Asimismo, el mandatario afirmó que una vez entre en operación la vía, esta beneficiará a más de 800.000 personas de barrios como San Antonio Norte, El Verbenal o Lijacá.

El proyecto es financiado con recursos del cupo de endeudamiento aprobado por el Concejo de Bogotá en la administración del exalcalde Gustavo Petro.