La Bogotá melómana

#LaBogotáQueYoQuiero No importa el género, la banda o el escenario, en Bogotá siempre habrá un lugar y un momento para encontrarse y disfrutar de sonidos en vivo que hacen vibrar a una audiencia dispuesta siempre a nuevas experiencias. En los últimos 20 años la capital colombiana está cada vez más presente en la agenda de grandes artistas en el mundo para sus giras, estando a la altura de capitales suramericanas como Buenos Aires o Río de Janeiro. Crecen los festivales, los conciertos y los escenarios; y así la Bogotá que yo quiero se convierte en capital de cultura musical.

La década de los 60 fue el momento en que nacía una nueva generación en la música en el mundo, fue la época hippie, la de las faldas coloridas y el twist, el gran momento de los Beatles, la década en la que los Estados Unidos vio nacer uno de los festivales de música más importantes en la historia, por el momento político que se vivía, pues la comunidad hippie estaba harta de la guerra y protestaba en contra de los actos bélicos de su gobierno contra Vietnam.

Por eso Woodstock en el 69 sería ese evento que congregó cerca de 500.000 ciudadanos estadounidenses en función de la música, en función de vivir momentos memorables, como el del gran Jimi Hendrix tocando las notas del himno americano con las cuerdas de su guitarra eléctrica.

Cerca de 20 años después, por primera vez Bogotá tuvo la oportunidad de vivir un evento similar que fue considerado el Woodstock colombiano, el inolvidable ‘concierto de conciertos’ que fue organizado por empresarios y directores de emisoras junto a la Alcaldía Mayor de Bogotá que en ese momento presidia Andrés Pastrana.

Se promovió bajo el título “Bogotá en Armonia” en una época en la que Colombia vivía uno de los capítulos más sangrientos de su historia gracias al paramilitarismo y el narcotráfico, tal vez por eso la comparación con Woodstock. Fue en el 88, el año en el Pablo Escobar atentó contra el vuelo 203 de Avianca; el escenario fue el Estadio Nemesio Camacho el Campin y contó con las presentaciones de bandas tan importantes en la escena del rock y pop en español de ese momento como los Prisioneros de Chile , Timbiriche de México o Franco de Vita de Venezuela.

Un evento en la escena musical de estas magnitudes no se había visto nunca antes en Colombia. Y fue así como a partir de ese momento, Bogotá se convirtió en esa ciudad que siempre estaría dispuesta a recibir a grandes artistas de talla mundial y además a crear plataformas para que florecieran los talentos nacionales.

En los 90 de todas partes del país llegaron fanáticos del rock para ver en vivo bandas como Metallica y los Guns N’ Roses, bandas que difícilmente se pensaría que estuvieran en el país. Esa fue la década también en la que se consolidaría el hoy clásico Rock al Parque que actualmente es reconocido como el festival musical gratuito y al aire libre más grande de Hispanoamérica y el tercero en el mundo.

Ha sido la expresión de esta cultura musical de la capital la que ha permitido que Bogotá hoy esté en la agenda de grandes artistas del mundo sin importar el género, desde el Gran Combo de Puerto Rico, hasta la histórica Kiss, pasando por los artistas del momento como Lady Gaga o Justin Bieber; bandas de rock clásico o alternativo, salseros, artistas urbanos, estrellas del pop mundial que en otras épocas no se hubieran fijado en nuestra ciudad para uno de sus shows, hoy no dejan de tocar en la capital colombiana.

Poco a poco se han expandido los espectros y muchos más géneros se unen a la ola de los toques al aire libre. Hoy Bogotá cuenta con cerca de diez festivales dedicados a la diversidad musical colombiana e internacional. Los fans del rock, la salsa, el hip hop, el jazz o la ópera se dan cita anualmente para asistir a apreciar a sus artistas favoritos en vivo.

El Festival Centro, el SOMA, el Internacional de Jazz, Colombia al Parque o el reciente Estéreo Picnic que se perfila hoy como el más influyente y que pone a la capital a la altura de las ciudades europeas y norteamericanas; llaman a ciudadanos de todas partes del país a congregarse en Bogotá para disfrutar de sus sonidos favoritos en los diferentes escenarios que ofrece la capital.

Estos festivales también se convierten en una plataforma para los talentos nacionales y para que cada vez nos apropiemos más de nuestra diversidad musical. Bandas emergentes y de trayectoria como Bomba Estéreo, Sistema Solar, Herencia de Timbiquí, Superlitio o Aterciopelados encuentran en estos escenarios la mejor forma de mantenerse vigentes y seguir trabajando por la cultura musical de nuestro país.

Pero no solo los grandes escenarios son protagonistas, los capitalinos también podemos disfrutar de conciertos cada fin de semana en Biblioteca Luis Ángel Arango, en el auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional, en los teatros y centros culturales que se encuentran en cualquier rincón de la ciudad.

Y cada vez se abren más espacios tal como el Festival Internacional de Música de Bogotá, Bogotá es Mozart, que del 1 al 4 de abril celebra su segunda edición en la que la capital vivirá una gigantesca fiesta musical en donde se interpretará buena parte de la obra del genio de la música universal Wolfgang Amadeus Mozart. En solo cuatro días, se vivirán 63 conciertos en 15 escenarios diferentes de la ciudad, cubriendo 10 localidades. Con el fin de que todos los colombianos se unan a la celebración, parte de los conciertos serán gratuitos.

Este año ya pudimos disfrutar de los Foo Fighters, del cartel del Estéreo Picnic que fue desde nuestros sonidos más tradicionales con Herencia de Timbiquí hasta los estridentes y siempre interesantes sonidos del norteamericano Jack White, gran embajador del rock del nuevo milenio. El pasado domingo la capital disfrutó de un día de campo con el francés Manu Chau.

Y la lista para el resto de año no es corta; se viene el encuentro de cantaoras con Totó la Momposina y Petrona Martínez, el británico James Blunt, Kraken, los legendarios Kiss, Joaquín Sabina, los emergentes Imagine Dragons, y el cartel de Festivales que se desarrolla a lo largo de todo el año.

De esta manera Bogotá es hoy el principal escenario musical en Colombia en el que convergen culturas, sonidos y experiencias inolvidables que año tras año recibe a ciudadanos de todos los rincones del país.