Según El Whasington Post, Colombia recuperó el nefasto título de mayor cultivador de coca en el mundo. El artículo revela un alarmante número de hectáreas cultivadas, y de personas actualmente vinculadas económicamente con la ‘hoja sagrada’.
“Colombia es de nuevo el mayor productor de coca del mundo. Este es su impacto a los Estados Unidos”. Así se titula el artículo firmado por Nick Miroff y escrito en Tierradentro – Córdoba, zona en que, según el ‘Post’, sí ha funcionado la sustitución de cultivos ilícitos, sobre todo desde el cese al fuego unilateral con las Farc.
La publicación asegura que la siembra de coca (semilla) está creciendo en Colombia, desdibujando uno de los logros importantes de la política antinarcóticos de los Estados Unidos y cuya amenaza, es una nueva avalancha de cocaína barata hacía el norte.
“Sólo dos años después de haber dejado de ser primer productor mundial y quedar por debajo de Perú, Colombia siembra ahora más coca ilegal que el propio Perú y que Bolivia, el tercero de la lista.”.
El aumento en terreno cultivado (de 2013 a 2014) se estima en un 44% y se dice que la cosecha para 2015 es probablemente mayor. “El auge de la coca se produce en un momento sensible para el gobierno colombiano, que se encuentra en la última etapa de la negociación de paz con la guerrilla de las FARC, que se han beneficiado del narcotráfico”: reza el texto.
Dicho auge se debería a que las Farc, junto con otros grupos armados, han animado a los agricultores a sembrar más coca para que sus terrenos sean visibles para los programas de sustitución. Esto, según Jorgan Andrews, director de Asuntos Narcóticos Internacionales y Aplicación de la Ley sección del Departamento de Estado en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá.
“Los programas de gobierno estarán en áreas donde hay coca, por lo que una interpretación es que los que cultivan la mayor parte de la coca obtendrán los mayores beneficios del gobierno”.
El artículo asegura que un millón de colombianos tienen vínculos con los cultivos de coca, y que de 168.000 hectáreas cultivadas en el 2000 se había logrado disminuir la extensión en 2012, a 48.000. Según la gráfica que acompaña al informe (arriba), volvimos al umbral de las 69.000 hectáreas, recuperando el nefasto primer lugar.
El ‘Post’ alarma sobre el duro golpe a los intereses de los Estados Unidos, argumentando que “una gran abundancia del producto (la hoja de coca) puede traer una nueva oleada de cocaína” hacia Norteamérica y “desatar nuevos ciclos de violencia en la ruta del narcotráfico por Centroamérica y México”.
Finalmente, se anota que Colombia suspendió el mes pasado las fumigaciones a cultivos de coca: “uno de los pilares del Plan Colombia, y por el cual Washington le ha entregado al gobierno colombiano más de 9.000 millones de dólares desde el año 2000”.
