La Factoría, espacio especializado en danza de la compañía L´Explose, tiene una amplia programación para expandir los sentidos del público asistente a la XV versión del Festival Iberoamericano de Teatro.
Tino Fernández, director de la compañía L´Explose y Juliana Reyes, encargada de la dramaturgia de la compañía, seleccionaron las puestas en escena más destacadas de la ciudad en materia de danza contemporánea.
Grupos y colectivos de jóvenes que están desarrollando una actividad constante en producciones darán un gran espectáculo lleno de baile, música, canto y derroche de energía.
Colectivo Carretel, uno de los grupos de jóvenes más representativos en la capital abrió el espectáculo en La Factoría. Dentro de la programación estará Cortosinesis, un grupo que ya lleva bastantes años y presenta su último trabajo ‘Yo, Profero’. Luego estará L´Explose con ‘Tu nombre me sabe a Tango’ donde el tango está pasado por el tamiz de la danza contemporánea. Dos funciones en La Factoría y cuatro funciones en el teatro Arlequín.
Asimismo habrá un tablado flamenco, una de las obras más exitosas de la Factoría. Música, baile, canto, hecho por colombianos pero con una energía en la que realmente se sienten las raíces flamencas muy fuertes.
Noche de Milonga con un concierto de Fagot. Un repertorio de tango evocará a las grandes leyendas del 2×4 con apertura de pista para quienes deseen fundirse en un abrazo y bailar al son de una milonga.
Martha Hincapié, coreógrafa colombiana va a estar con la puesta en tablas de ‘Autorretarto con Mascaras’, y una nueva versión de esa obra que estreno hace unos años en el país. Y para cerrar va a estar Rain, una compañía de teatro físico que viene de las Islas Faroe; y un homenaje no propiamente a la danza pero que sí ha quien ha sido un gran espectador de la danza, Joe Broderick, -irlandés con más de 30 años viviendo en nuestro país- con ‘La última cinta de Krapp’, un homenaje a su carrera y a su vínculo con Colombia.
Confidencial Colombia habló con Juliana Reyes, sobre el desarrollo y la construcción de las producciones colombianas en términos de dramaturgia, las dificultades existentes para lanzar nuevas creaciones, la formación en danza como forma de potenciar los procesos creativos y la labor de La Factoría en educación de público.
Confidencial Colombia: ¿Cómo ve el desarrollo y la construcción de obras que se están haciendo en el país en términos de danza y dramaturgia?
Juliana Reyes: Creo que cada vez hay un desarrollo mayor y que los grupos están más consolidados. Uno también ve que se junta un grupo de gente y la compañía desaparece al poco tiempo. Mantenerse en una constancia y una producción continua no es tan sencillo. Creo que eso es un gran mérito de las compañías que logran hacerlo. Casos como Cortosinesis o el caso del Colectivo Carretel que es un colectivo de Jóvenes que se han dedicado ellos mismos a ir creando espectáculos donde van rotando la dirección del espectáculo, es muy interesante. Hay un movimiento de danza que sigue siendo joven, aunque sigue siendo precario porque el dinero siempre es poco y eso hace que muchos pierdan el impulso a lo largo de los años, pero creo que es un movimiento que se está fortaleciendo.
C.C.: ¿Qué hace falta y que destaca de lo que se está haciendo en el país?, ¿Qué hace falta para que hayan más producciones a nivel de danza?
J.R.: Yo creo que el tema económico es algo fundamental para el arte porque eso hace que la gente pueda trabajar y no termine desistiendo a mitad de camino para poder pagar un arriendo y esas cosas.
Siempre el tema económico es un problema. También hay algo meritorio y es que se están abriendo espacios y que todas estas convocatorias le ayudan a los espacios a fortalecer la infraestructura. Eso está generando que la gente pueda tener, como nosotros, un espacio dedicado a la danza. Es un logro gigantesco, no para nosotros, para el gremio de la danza y eso ha hecho que tenga una visibilidad que antes no tenía.
Nosotros no somos producto solamente de lo que hacemos nosotros sino de toda una generación y de todo un trabajo que han hechos desde los primeros que empezaron haciendo danza contemporánea. Creo que el camino ha sido arduo y el mérito lo tiene un montón de gente que ha trabajado durante años.
Pero creo que queda muchísimo por hacer a nivel de formación y de producción, de tener cada vez más herramientas. Nunca el Estado tendrá el dinero suficiente para producir a toda la gente que está surgiendo. Creo en las formas de autofinanciarse o de convencer a un público para que también la sostenibilidad de los espectáculos exista. Todo eso es una labor que va poco a poco pero es muy positiva y espero que vaya creciendo el tema de la producción en danza.
C.C.: ¿Cómo ve el tema de formación en danza acá en el país pensándolo también como forma de potencializar esos procesos creativos?
J.R.: Yo creo que la ASAB ha hecho una labor a lo largo de los años, sien embargo sigue existiendo una deficiencia técnica. Hay todo un movimiento que está empezando a surgir en las universidades: la Tadeo con su festival de danza universitaria, la nacional también ha tenido un movimiento del cual han salido grupos como Danza Común, la Javeriana con su programa que acaba de abrir creo que es un mérito gigante y ese nuevo edificio de artes está mostrando un interés por la danza y por las artes. Es algo histórico, es darle un merito de ese tamaño a las artes desde la música, la danza, las artes escénicas y las artes plásticas. Creo que la formación está ahí y sigue siendo un tema a trabajar. Colombia tiene una suerte y es que es un país donde la danza está metida en la piel de la gente. Entonces creo que esto es un plus que tiene el bailarín colombiano.
C.C.: Comparativamente con otros países, ¿vamos por buen camino?
J.R.: Yo creo que sí, yo creo que Colombia es un referente grande en términos de danza a nivel Latinoamérica y creo que sí, que entre los países de Latinoamérica están surgiendo cosas interesantes, la gente se esta moviendo, creo que todas estas compañías que se van a presentar aquí son compañías que se están mostrando nacional e internacionalmente.
C.C.: ¿En formación de público siente que falta algo por hacer?
J.R.: Sí, yo creo que en términos de formación de público o de convencer a la gente que ver danza puede ser algo grato y puede ser un buen plan pues …hay mucho por hacer todavía. El tema de danza contemporánea es cierto, la gente piensa que va a ir a una cosa que no va a entender nada y que es aburrida. Nosotros en ese sentido sí hemos intentado hacer un trabajo con las compañías, de poder ir mezclando en sala programación en La Factoría, obras de más fácil acceso y obras donde lo contemporáneo se pueda acercar a la gente.
Hay mucho trabajo que hacer a nivel de formación de público pero creo que el hecho de tener programación continua en danza va haciendo que también haya una formación de público y que a la gente no le parezca tan raro.
C.C.: ¿Qué está pasando en La Factoría y cómo han llegado al proceso en el que están?
J.R.: Nosotros hemos tenido una gran suerte. Nosotros empezamos siendo un espacio, una sala de ensayo. Construimos una sala para nosotros, pero desde el primer día la fuimos abriendo a más gente y cada vez venían más personas a ensayar aquí.
A medida que fue pasando el tiempo, la misma sala empezó a pedir una programación. La gente empezó a hacer funciones aunque no tuviéramos nada: ni reflectores, ni sillas, ni nada. La gente empezó a volver la sala un espacio de función de espectáculos. Y luego tuvimos la grandísima suerte de ganarnos la convocatoria de contribución parafiscal con la que pudimos dotar la sala y hacerle unos arreglas. Ha sido un proceso en el que la sala se ha ido robusteciendo y en esa medida hemos ido incrementando la programación, haciéndola más continúa.
En estos momentos tenemos una programación realmente continua e intentamos que sea prioritariamente para la danza. Si llegan obras de teatro no se les niega el espacio pero intentamos que haya una especificidad porque creemos que eso es lo que ha sido débil para la danza, que siempre ha sido la disciplina menos apoyada. Digamos que Como pasatiempo funciona, pero pensar la danza como una profesión y como un arte ha sido mucho más complejo. Ir ganando un público como La Factoría lo ha hecho, al punto que en estos momentos nuestras propias graderías se quedaron pequeñas para el público, es una gran alegría.
Creo que la danza y en un país como Colombia, no solo es necesario sino que la gente la recibe, la entiende, accede a ella, y se vuelve una necesidad.
C.C.: ¿Qué proyectos se vienen?
J.R.: La Factoría ya está prácticamente programadas hasta el mes de Octubre pero además la compañía L´Explose cumple 25 años este 2016 así que vamos a hacer varios remontajes de obras de la compañía y también tenemos un par de proyectos nuevos que queremos hacer para esta celebración.
El año pasado me gane una beca de investigación y escribí un libro que saldrá publicado a mediados de este año por Idartes. Es una recopilación de lo que han sido ciertos procesos de creación de la compañía y contando un poco cómo se viven los espectáculos desde adentro y los procesos cómo han sido para nosotros. Es un libro de abrir la puerta para ver la intimidad de la compañía. Espero publicarlo a mediados de este año para esta celebración que tendremos.