Representantes del movimiento campesino en Colombia le manifestaron al gobierno y a tres de los negociadores en La Habana que esperan que la implementación de los acuerdos a los que lleguen con las Farc sean hecho “de la mano” de las comunidades. Señalan que “todavía hay mucho para discutir” en el tema agrario, piden más debates políticos en el país y reconocen el gran esfuerzo del gobierno por abordar el tema del campo en las negociaciones.
Luego de lograr un histórico acuerdo con la guerrilla de las Farc, que supone un acercamiento en las visiones del campo y del desarrollo rural, el gobierno colombiano convocó a las principales organizaciones campesinas del país para profundizar en los “4 pilares” del documento consensuado con las Farc.
“La discusión giró en torno al uso y acceso a la tierra, el tema de la propiedad privada, la frontera agrícola y los esfuerzos que hará el gobierno nacional para erradicar para siempre la pobreza”, señaló a Confidencial Colombia una de las coordinadoras de la Mesa Agraria, Edilia Mendoza.
Los representantes del movimiento campesino escucharon el resumen de los funcionarios, consientes de que este es el esfuerzo más importante que ha hecho un gobierno por poner en el primer orden de discusión el tema del agro en el país.
“Nosotros queremos resaltar el hecho de que se esté negociando, de que haya habido ya un primer gran acuerdo. Es una ganancia inmensa para este país, especialmente para la comunidad campesina de Colombia porque sentimos, que por primera vez se reconoce que hay una deuda grande con el sector campesino y que es tiempo de superarla para ponerle fin al conflicto”, dijo El presidente de la ANUC, Luis Alejandro Jiménez.
Sergio Jaramillo, Alto Comisionado para la Paz, afirmó sobre ese tema que “lo que hemos acordado en La Habana es la mejor noticia para el campo colombiano en décadas. Realmente creemos que si sacamos adelante lo que hemos acordado, vamos a lograr una profunda y muy positiva transformación del campo colombiano.
Sin embargo, la desconfianza sigue latente. “El Estado nos ha engañado por más de cinco décadas, así que vemos con expectativa pero con reservas lo que se está negociando en La Habana”, señaló Mendoza.
El movimiento campesino, representado en dos de las asociaciones más legítimas y tradicionales en el país, le pidió al gobierno espacio de participación y debate político. Se bajaron de la idea de obtener un puesto en la mesa de La Habana pero quieren que desde el Estado se generen mecanismos para que puedan aportar a la discusión.
Si bien los cuatro pilares del acuerdo son una base importante para trabajar, los “sujetos del campo” quieren hablar de temas como la extranjerización de la tierra, la protección de sus terrenos, la deuda agraria, el fenómeno del desplazamiento y la violencia a la que se ven avocados por los ‘ejércitos anti-restitución’.
La idea de reforma agraria integral es un punto de encuentro entre gobierno, usuarios campesinos y Farc, pero se debe hacer, según las comunidades, con funcionarios que conozcan el campo. “Hay ministros de agricultura que nunca han cogido un azadón”, señaló un asistente a la reunión.
“Es muy diferente hablar como el campo y otra es hablar para el campo”, dijo Edilia Mendoza a los representantes del gobierno. Los campesinos tienen tanta desconfianza como expectativa sobre el proceso de paz que vive el país, y quieren que de esta coyuntura salga un resultado que reivindique su dignidad.
A la reunión asistieron 11 delegados de la Mesa Nacional de Unidad Agraria y representantes de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos. Por el gobierno estuvieron el ministro saliente de agricultura, Juan Camilo Restrepo, y su reemplazo. También asistieron a la reunión los negociadores Sergio Jaramillo, Jorge Mora Rangel y Frank Pearl.