La cantante de 74 años de edad, anunció que se retira de los escenarios después de 56 de carrera, sin embargo, no será hasta cuando publique el álbum que producirá Stevie Wonder y que estará listo para septiembre.
En entrevista con una emisora de televisión en Detroit, Míchigan, Aretha Franklin aseguró que se retira en 2017. La diva, que en marzo cumplirá los 75 años, quiere pasar más tiempo con sus nietos, pero antes de retirarse, promete lanzar un álbum de canciones nuevas hecho con Stevie Wonder. Eso si, aclara que no está ante una jubilación definitiva y que seguramente podría realizar algunos conciertos al años.
La cantante, merecedora de 18 premios Grammy en toda su carrera, dijo que su anuncio era amargo y dulce a la vez “porque la música es lo que he hecho toda mi vida”, recordó. “Me siento muy enriquecida y satisfecha por dónde comenzó mi carrera y donde está ahora (…) Seguiré estando muy satisfecha porque no me voy a ir a cualquier sitio a sentarme y no hacer nada. Eso tampoco sería bueno”, explicó a la emisora.
Sobre su próximo álbum, afirmó estar “eufórica” y ansiosa por grabarlo. Ese sería su disco de estudio número 42 y además tendrá la característica de ser multidireccional, “no vamos a encasillarlo en un solo estilo”.
La producción se grabará precisamente en Detroit, donde vive la artista, quien aseguró que todas las canciones serán originales.
Aretha pertenecía a la aristocracia de los afroamericanos que habían dejado el Sur de los Estados Unidos para radicarse en el Norte. Era hija de C. L. Franklin, un predicador de vida turbulenta al que se le perdonaba todo por la musicalidad de sus sermones, transmitidos a través de la radio y editados en disco. La casa del reverendo en Detroit era parada obligada para toda figura negra del arte o de la política y la pequeña Aretha encantaba a los visitantes con su voz.
La artista siempre ha sido un símbolo de fortaleza. En 1979, su padre se enfrentó a tiros con unos ladrones y quedó malherido. Murió tras cinco años en coma y Aretha pagó todas las facturas. Sus hermanas sucumbieron ante el cáncer y hasta ella misma ha superado esa enfermedad.
En 2014, tuvo que lidiar con la mala fama que le produjo la publicación de Respect: the life of Aretha Franklin. El libro, firmado por David Ritz, que había trabajado con ella en su autobiografía, se presenta un panorama descarnado de desastres conyugales, rencillas de la farándula, problemas económicos y vicios menores de la diva.
Sin embargo, los disgustos con Aretha duraron poco tiempo y sus seguidores no dejaron de vibrar con cada nota entonada. En sus grandes discos, su voz sonaba majestuosa y visceral a la vez; y lo más importante: planteaba sus exigencias emocionales y sexuales en un solo lenguaje, el del soul.