Una experta colombiana advirtió en Uruguay sobre la “llegada” de las drogas a las escuelas y colegios de la región y alertó a las autoridades sobre la necesidad de “controles más firmes y rigurosos” para evitar que el fenómeno crezca.
La experiencia indica que el alcohol, los cigarrillos “e incluso drogas ilícitas entraron ya” en las escuelas y colegios de Colombia, Uruguay y otros países de la región, destacó a Efe la sicóloga y socióloga Amanda Bravo.
“Ahora tenemos que ver cómo hacemos frente a esa realidad para tratar de detenerla o hacer más lento su crecimiento”, agregó la experta colombiana que participa en el “I Foro Nacional sobre incorporación de la perspectiva de género en los programas de reducción de la demanda de drogas” organizado por la Secretaría Nacional de Drogas de la Presidencia uruguaya.
El “microtráfico” de drogas “se introduce” en los colegios “de las formas más insospechadas”, destacó Bravo y relató un caso registrado en su país donde la madre de un alumno tenía vía libre de circulación en una escuela teóricamente para vender dulces pero además suministraba drogas a los escolares.
Las autoridades de los centros de estudio “tienen que tener tolerancia cero” y los educadores “estar muy atentos” a cualquier conducta extraña de otros maestros o alumnos para prevenir el consumo de drogas, enfatizo.
Advirtió además sobre la conducta y comportamiento que deben tener los educadores.
“¿Con qué autoridad un maestro o un profesor puede recomendar a sus alumnos que no consuman alcohol, tabaco o drogas ilícitas si ellos le ven fumando o con resaca?”, reflexionó Bravo, coordinadora nacional de la ONG “Programa de habilidades para la vida y formación de educadores” en su país.
Otro problema que está afectando a varias naciones de América Latina y el Caribe es “la transición” de países productores y exportadores a “productores pero también consumidores internos”, dijo.
Ello “debido especialmente a restricciones y mayores controles en mercados tradicionales de consumo de drogas como Estados Unidos y Europa”.
“Ahora los narcotraficantes están utilizando los mercados regionales para mantener sus ganancias o compensar las pérdidas que sufren en otras zonas” y, además, “cada vez captan a más niños para vender las drogas”, alertó.
La experta destacó que en medio de sociedades “cada vez más consumistas y proclives a emociones nuevas y fuertes” a los niños y adolescentes “hay que darles herramientas para que se defiendan” frente al posible consumo.
Los menores deben tener “información y formación” como para “rechazar la invitación” de un amigo a consumir alcohol, tabaco y drogas ilícitas.
Esos niños y adolescentes “deben saber resistir (la invitación) sin enemistarse” con sus pares aunque a veces “se dan situaciones complejas para quienes la rechazan”, admitió Bravo.