La celebración del Centro Democrático tuvo el sello de un fervor arraigado, ambientado por vallenatos, cumbias y cantos de adulación por la victoria de Óscar Iván Zuluaga en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. FOTOS
Hacia las tres de la tarde se abrieron las puertas del Centro de Convenciones G12 en Bogotá, para la recepción de cientos de militantes del Centro Democrático en día de elecciones.
Desde el comienzo los nervios estaban de punta, pues a medida en que salían los boletines de la Registraduría con los resultados parciales de la votación, mayor era el estruendo por saber si Óscar Iván Zuluaga le ganaría a los demás candidatos, especialmente a Juan Manuel Santos.
Una vez se estableció la tendencia a favor de Zuluaga, se armó una verdadera celebración al ritmo de una fiesta ‘vallenata’ y el baile de los asistentes.
En efecto, uno que otro vasallo del uribismo se paraba sobre su silla para bailar, aplaudiendo y cantando “Zuluaga presidente” (todo en orden). Pero algunos veían con cuidado la euforia de ciertos personajes, pues en el mismo lugar en el que se realizó el evento se encuentran las personas de la Iglesia Cristiana Misión Carismática Internacional para celebrar la misa.
“Unos no cuidan las sillas, parándose sobre ellas. Esta es la casa de Dios y deberían respetarla”, dijo Flor Ligia Gonzáles, asistente al evento y miembro de dicha iglesia.
Ella anotó que el padre Cesar Castellanos –de su iglesia- les dio la “revelación” de apoyar a Óscar Iván Zuluaga y que lo sigue con cariño genuino, pero hizo énfasis en cuidar el escenario.
Cuando llegó el candidato al lugar el enunciado pareció borrársele de la cabeza y se abalanzó entre la multitud para verlo, gritando “viva, ese es mi candidato”. A su lado estaban su hijo y el padre Castellanos.
Por su parte, Zuluaga sonreía de oreja a oreja (tardó casi cuatro horas en llegar y decían algunos asistentes que lo hizo para hablar después de que lo hiciera el presidente Santos). Junto con Carlos Holmes Trujillo, su fórmula presidencial; su familia y más cercanos amigos levantaba las manos en símbolo de victoria y cantaba el pegajoso jingle de su campaña.
“Toda mi gratitud al pueblo colombiano por esta maravillosa jornada democrática que hemos vivido. Agradezco a todos los que me han dado su apoyo; a cada uno de los electores que me han permitido estar en la segunda vuelta”, dijo.
Luego agradeció a Martha Ligia, su esposa y “amor de la vida”; a Pacho Santos, quien estaba sentado en primera fila junto al senador electo Alfredo Rangel, y sin lugar a dudas le dio las gracias a Álvaro Uribe Vélez por “haberle devuelto la esperanza al país” con el Centro Democrático.
En seguida se refirió de sus homólogos por la Casa de Nariño, a quienes les expuso “respeto y admiración” y no dudo en ‘hacerle ojitos’ a Marta Lucía Ramírez (del Partido Conservador) para que los votos que ella recibió puedan redirigirse al uribismo el próximo 15 de junio, día de la segunda vuelta.
Por último anotó que seguirá con una campaña de propuestas –algo que contradice su conducta tras el escándalo del hacker- e hizo hincapié que “las piedras que le arrojen las voy recoger para construir una Colombia distinta”.
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